Texto bíblico

Génesis 12: 10 – 20 (NVI) Abram en Egipto «10 En ese entonces, hubo tanta hambre en aquella región que Abram se fue a vivir a Egipto. 11 Cuando estaba por entrar a Egipto, le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que eres una mujer muy hermosa. 12 Estoy seguro que en cuanto te vean los egipcios, dirán: “Es su esposa”; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida. 13 Por favor, di que eres mi hermana, para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida.» 14 Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Saray era muy hermosa. 15 También los funcionarios del faraón la vieron, y fueron a contarle al faraón lo hermosa que era. Entonces la llevaron al palacio real. 16 Gracias a ella trataron muy bien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, esclavos y esclavas, asnos y asnas, y camellos. 17 Pero por causa de Saray, la esposa de Abram, el SEÑOR castigó al faraón y a su familia con grandes plagas. 18 Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? 19 ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ¡Yo pude haberla tomado por esposa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!» 20 Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes.»

Reflexión

Consecuencias de una mala decisión Abram, actúa de manera irresponsable, al pedirle a su esposa que mienta, para lograr su propio beneficio. Prefiere confiar en la mentira y el engaño antes que confiar en la protección de Dios, buscando su seguridad en las cosas materiales, antes que en las sobrenaturales. Nada que sea contrario a los planes, propósitos y principios del Señor, puede terminar bien, no podemos esperar recibir bendiciones, cuando hacemos las cosas mal. Abram, quiso sacar provecho de la belleza de Saray, para obtener ganancias y atenciones, sin pensar en el riesgo al que la estaba exponiendo a ella, y ella, simplemente fue cómplice, al ceder ante las intenciones de su esposo, a pesar de que seguramente sabía, que Dios no aprobaba tal decisión. Es por esto que Dios decide intervenir, cada acción en contra de su voluntad, trae consecuencias nefastas para nuestra vida, siendo protagonistas o simples espectadores, somos responsables de los agravios cometidos en contra de su nombre.

Oremos

Padre, perdónanos, por confiar en nuestras propias fuerzas y buscar seguridad en las cosas del mundo antes que confiar en tu poder de salvarnos de las situaciones de peligro o de conflicto. Gracias Señor, porque aunque te fallamos, tu intervienes para enderezar nuestras sendas. En el nombre de Jesús, Amén y amén.