TEXTO BÍBLICO

1 Reyes 4: 1-19 (NVI)

Administración del reino

“4 Salomón reinó sobre todo Israel, 2 y éstos fueron sus funcionarios:

Azarías, hijo del sacerdote Sadoc;

3 Elijoref y Ahías, hijos de Sisá, cronistas;

Josafat hijo de Ajilud, el secretario;

4 Benaías hijo de Joyadá, comandante en jefe;

Sadoc y Abiatar, sacerdotes;

5 Azarías hijo de Natán, encargado de los gobernadores;

Zabud hijo de Natán, sacerdote y consejero personal del rey;

6 Ajisar, encargado del palacio;

Adonirán hijo de Abdá, supervisor del trabajo forzado.

7 Salomón tenía por todo Israel a doce gobernadores, cada uno de los cuales debía abastecer al rey y a su corte un mes al año. 8 Éstos son sus nombres:

Ben Jur, en la región montañosa de Efraín;

9 Ben Decar, en Macaz, Salbín, Bet Semes y Elón Bet Janán;

10 Ben Jésed, en Arubot (Soco y toda la tierra de Héfer entraban en su jurisdicción);

11 Ben Abinadab, en Nafot Dor (la esposa de Ben Abinadab fue Tafat hija de Salomón);

12 Baná hijo de Ajilud, en Tanac y Meguido, y en todo Betseán (junto a Saretán, más abajo de Jezrel, desde Betseán hasta Abel Mejolá, y todavía más allá de Jocmeán);

13 Ben Guéber, en Ramot de Galaad (los poblados de Yaír hijo de Manasés en Galaad entraban en su jurisdicción, así como también el distrito de Argob en Basán y sus sesenta grandes ciudades, amuralladas y con cerrojos de bronce);

14 Ajinadab hijo de Idó, en Majanayin;

15 Ajimaz, en Neftalí (Ajimaz estaba casado con Basemat hija de Salomón);

16 Baná hijo de Husay, en Aser y en Alot;

17 Josafat hijo de Parúaj, en Isacar;

18 Simí hijo de Elá, en Benjamín;

19 Guéber hijo de Uri, en Galaad (que era el país de Sijón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán).

En la tierra de Judá había un solo gobernador.

REFLEXIÓN

Administrando correctamente los recursos

El reinado de Salomón se fue fortaleciendo poco a poco. Necesitó de toda una estructura burocrática para poder administrar el reino. Se valió de personas con habilidades concretas para poder llevar a cabo cada una de las tareas inherentes a los diferentes roles mencionados en el texto bíblico.

Administrar significa ejercer el control, el mando de algo específico. Se refiere a planear, organizar, dirigir y controlar, todos los recursos pertenecientes a una familia, empresa, de un pequeño negocio y hasta de una nación, con la finalidad de alcanzar los objetivos propuestos.

Hacemos parte de una sociedad, nos desenvolvemos en diferentes ámbitos, entre ellos: el familiar, el laboral, el social, y en cada uno de ellos tenemos responsabilidades, deberes y derechos que cumplir. Adicionalmente, como cristianos, debemos reconocer que los bienes materiales que poseemos no nos pertenecen, simplemente somos administradores de los recursos que Dios nos da para nuestro bienestar.

A continuación enumero algunos principios a tener en cuenta para alcanzar la libertad financiera y dar un buen manejo a lo que nos ha sido dado por el Señor:

1.     Manejo del tiempo: Hacer las cosas como para Dios. La ociosidad nos lleva a la ruina. Si somos perezosos jamás llegaremos a ningún lado. Tenemos un llamado que cumplir y debemos dar testimonio siendo productivos. Tener las metas claras, planear nuestra agenda diaria, enfocarnos en lo verdaderamente importante y no permitir que nos distraigamos con cosas que nos alejan del cumplimiento de las metas trazadas, son la clave para ser exitosos en dónde nos encontremos.

2.     Manejo del dinero: Ahorrar, no endeudarse, diezmar, saber gastar, generar ingresos adicionales, hacer las cosas de manera lícita y honrando a Dios. Es importante y necesario crear un presupuesto semanal, mensual o como se te facilite, determina en qué debes gastar y en qué no, y hazte el propósito de cumplirlo a cabalidad. Que los imprevistos y los gastos no presupuestados no dominen tus finanzas, para que tú y tu casa sean bendecidos.

Tu libertad financiera depende únicamente de ti.  No compres por comprar, no te dejes llevar por “descuentos especiales”  o “promociones”; Trata de comprar de contado evita las tarjetas de crédito,  créditos,  etc; re-financia las cuentas que tengas trazadas, con pagos que  sean de tu alcance, no pagues cosas por encima de tu presupuesto; Evita ser fiador o responsable de otra persona; no hagas inversiones de alto riesgo, analiza muy bien los tipos de negocios que haces, pide sabiduría al Espíritu Santo; limítate en algunos gustos, (restaurantes, paseos, etc).

3.       Tus relaciones interpersonales: Ser un dador alegre. La generosidad atrae bendiciones. Cuando ayudas a otros el Señor te recompensa. No hablo sólo de lo material, sino de estar dispuestos a ayudar a nuestros semejantes cuando lo necesiten.

Dios pone en nosotros tanto el querer como el hacer. Seremos considerados buenos administradores, cuando pongamos en orden todas las áreas de nuestra vida. Tú sabes qué hábitos debes cambiar, y se te fue revelado lo que debes hacer…dar el paso y marcar la diferencia es lo único que falta ¡Puedes lograrlo!

Alabanza sugerida

Canción: Creeré – Tercer Cielo

Ver video aquí: http://bit.ly/1wlSgoK

OREMOS

Señor multiplica mis habilidades y dame sabiduría para manejar los recursos que me das. Gracias por proveer lo que mi familia y yo necesitamos. Gracias por suplir nuestras necesidades. Padre, el dinero no es la felicidad y así lo declaro, mi felicidad eres tú. Dame estabilidad laboral y ayúdame a dar testimonio administrando de la manera correcta los recursos que me han sido concedidos. En el nombre de Jesús, amén.