TEXTO BÍBLICO

Salmos 100 (NVI)

Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra;
2     adoren al Señor con regocijo.
Preséntense ante él
con cánticos de júbilo.
3 Reconozcan que el Señor es Dios;
él nos hizo, y somos suyos.[a]
Somos su pueblo, ovejas de su prado.

4 Entren por sus puertas con acción de gracias;
vengan a sus atrios con himnos de alabanza;
denle gracias, alaben su nombre.
5 Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno;
su fidelidad permanece para siempre.

REFLEXIÓN

Adorar, alabar y servir

Adorar, alabar y servir con alegría, tres importantes recomendaciones que el Señor nos da para que al entrar en su presencia, salgamos aprobados. El servicio no puede convertirse en una carga para nosotros, no debemos hacerlo por obligación o imposición, sino porque éste, fluye de tal manera que se vuelve parte de nuestra vida, tanto como lo es respirar.

Fuimos formados para servir. Somos una extensión del amor de Dios en ésta tierra; no es algo exclusivo para tu iglesia, debe ser constante, y a donde quiera que vayas, tu disposición para hacerlo debe ser real e imprescindible.

Dios es bueno y fiel. Cuando te ocupas de sus cosas, Él generosamente, se ocupa de las tuyas. Es una relación ganar-ganar, como lo es aquella que existe entre el pastor y sus ovejas; si nuestra relación con Él es fuerte, estaremos prontos a obedecer, al escuchar su voz. Las ovejas son débiles y vulnerables cuándo están solas, pero cuando su pastor permanece a su lado, velando por su seguridad y su bienestar, se hacen sorprendentemente fuertes y confiadas.

Alabanza sugerida

Canción: Úsame Señor – Aline Barros

Ver video aquí: http://bit.ly/1NsL0EC

OREMOS

Señor, aquí estoy; úsame para bendecir a otros. Dame gracia y concédeme trabajar para ti, cada día de mi vida, con alegría y gratitud. Todo en mí te pertenece, ayúdame para que pueda reflejar tu presencia en cada cosa que yo emprenda. Gracias padre, por tenerme en cuenta para tu obra, por darme la fuerza, los recursos y la voluntad para ayudar y ser solidario con quien lo necesita y perdóname Señor, cuando por egoísmo o por anteponer mis prejuicios, he dejado de hacerlo. En el nombre de Jesús y bajo la unción de tu Santo Espíritu, amén.