En la compañía en la que trabajo se comenzó a desplegar, dentro de las diferentes áreas que la integran, el concepto administrativo de Alineación Total, que en términos simples lo podemos resumir como la convergencia de cada una de las tareas de todos los colaboradores en un propósito común.
Esta nueva práctica administrativa busca que todos los elementos que componen una empresa, se articulen de tal manera que la información fluya fácilmente y los procesos se optimicen, con el fin de garantizar que se cumpla la promesa de servicio, es decir que el cliente o usuario final obtenga lo que quiere, en el momento que lo quiere y de la forma en que lo quiere.
El concepto de Alineación Total suena simple y hasta parece un término futbolístico, al punto que podemos llegar a pensar que es una idea derivada del sentido común, que parafraseando a mi padre: “Es el menos común de los sentidos”, incluso podemos llegar a intuir estos conceptos, pero en la vida real se hace difícil ponerlos en práctica.
Como en un equipo de fútbol, todos los integrantes tienen posiciones de juego y responsabilidades individuales, no obstante el fin común es marcar goles y ganar el partido, cosa que a la vista de cualquiera parece fácil, lastimosamente, en el fragor del juego a veces el defensa hace autogoles y es el equipo completo el que pierde el partido.
Reflexionando en mis momentos de silencio, pude ver que debemos apoyar cada una de los proyectos de personas que quieren llevar el mensaje por nuevos canales de comunicación, la consolidación de nuevas comunidades de sana doctrina, las expresiones artísticas que busquen llevar el nombre de JESÚS a más personas y toda serie de iniciativas que ayuden a la construcción del reino.
Es necesario que cada uno de nosotros haga su tarea, dentro de las diferentes áreas de influencia que tiene bajo su responsabilidad y no diferenciar si se viene de una comunidad u otra, el fin realmente importante debe ser la construcción del reino de DIOS en la tierra, para lo cual todos debemos concentrar nuestras fuerzas en apoyarnos unos a otros y fortalecernos como hermanos.
Esto hace que la búsqueda del propósito de DIOS en mi vida, sea el centro de mi existencia y mi razón de ser, ya que es la forma en la que sabré cómo voy a aportar a su causa, y en cierto modo encontraré la libertad de mi alma, dejaré un legado a mi descendencia y seré el árbol florecido y lleno de frutos.
Tal cual como en la teoría administrativa, debemos organizarnos y trabajar de verdad en un propósito común, apoyarnos y rendir cada una de las cosas que hacemos o intentamos hacer a una causa mayor, en defensa de la colectividad y no de los intereses particulares, con todo y sus buenas intenciones, sólo así lograremos avanzar y arrebatarle al mundo su influencia actual.
Si de fútbol se trata, el verdadero hincha sabe que una vida de llena de malas contrataciones, pésimos directores técnicos, goleadas a manos de los rivales acérrimos, últimas posiciones en la tabla y demás desmanes que debemos soportar, se borran del alma cuando los goles se marcan y se celebran, sin importar si son bonitos o los marcó el arquero con la lengua, lo importante es que ganemos el partido, porque la suma de pequeñas victorias nos llevará a la tan anhelada estrella.