Un ser amoroso, misericordioso, perdonador, justo, dadivoso, un novio sin igual; me ha dicho mi amor, ¡tú lo vales todo!
Estas son palabras que desearíamos recibir de nuestra pareja. Pero hay alguien mucho más importante que te las ha dicho y lo ha demostrado con hechos claros, fuertes y suficientes para que entiendas con claridad que lo vales todo para él.
¿Por qué lo digo? Bueno, porque tratar de detener su amor crearía una guerra, lucharía hasta la muerte por tener tu amor, por tenerte cerca de él y gritarte todo el tiempo: ¡Mi amor tú lo vales todo!
¿Ya sabes de quién hablo? Se trata de Dios, quien envió a su hijo por ti y por mí, murió de forma cruel para tenerte cerca y llevar su presencia en nosotros todo el tiempo. Dios te persigue, rompiendo todo muro que se interpone entre los dos, viene con poder y gloria, corre hacia ti con amor imparable, nada ni nadie puede deber el amor que tiene para derramar en ti. Corriendo derriba cada muro, cada cosa que impide estar a tu lado y te dice: Mi amor ¡Tú lo vales todo!
De tal manera te ama que ¡ni el pecado, la vergüenza, el pasado, el dolor, el temor, la altura, la profundidad y la muerte, pueden separarte del amor que tiene por ti. Es un amor sin igual, es un amor que no conoce límites, ni es condicional.
“Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
(Romanos 8:39 RVR1960)
Ese amor que Él tiene para contigo sobrepasa tu entendimiento, conoce tu corazón, Es un amor que gime tu nombre. ¿Te has preguntado el por qué murió de esa forma tan cruel y vergonzosa, clavado en un madero después de haber sido golpeado y maltratado? Solo puedo imaginarme esa escena donde Cristo está pensando en ti; en su mente solo pasa tu rostro, tu ser, tu belleza y me lo imagino decir con el dolor más profundo lo vales.
Ahora por medio de ese increíble sacrificio eres uno con Cristo nada puede separarte de Él, derramó su amor y que ¡Amor! ¡Asombroso amor!.
Escrito por Nina Gutiérrez para www.conectadosconcristo.com