Una de las historias más impactantes que narra la Biblia no es precisamente por el heroísmo de uno de sus personajes o la valentía de algún pueblo en defensa de sus intereses contra un ejército enemigo, es con relación a un hombre llamado ELÍAS; este era fuerte, valiente y en permanente comunión con Dios, fue por esto que tuvo el valor para enfrentar más de 250 sacerdotes de un culto pagano y vencerlos. Sin embargo, no contaba con la noticia de la esposa del Rey Acab, la reina Jezabel, quien había enviado amenazas de muerte en contra suya; fue tanto el miedo y el terror producido en el espíritu de Elías, que huyó hacia el desierto, deseando morirse, frustrado, enojado y ante todo sintiéndose culpable.
La historia anterior encontrada en el libro 1 REYES capítulo 19, nos muestra cómo un ser humano cualquiera que sea, puede pasar en muy corto tiempo a distintas experiencias una contraria a la otra. Del mismo modo, tu y yo no somos distintos a lo que padeció Elías a lo mejor no habrá una mujer que desee asesinarte pero pueden existir problemas en tu vida que te han hecho perder la esperanza.
A lo mejor estabas acostumbrado(a) a que todo saliera bien en tu vida, pero cuando llegan los momentos no deseados no sabes cómo actuar y es allí donde buscas refugio en las distintas opciones que nuestra sociedad te ofrece para proveer un alivio, pero dicha medicina dura muy poco siendo necesario una cura mucho más fuerte hasta que nuevamente sientas la necesidad de algo mucho más fuerte.
Tal vez, digo yo por la experiencia que he vivido en mi vida personal, te puedes estar refugiando en tu trabajo para no llegar temprano a tu casa o buscar un ascenso o tal vez para ganar más dinero, de pronto tienes ansiedad por formar un matrimonio y crees que por tener 30 años ya te dejó el tren; ves que tus amigos ya hasta tienen hijos y tu eres virgen anhelando la idónea o el idóneo, o es una relación de noviazgo o tus hijos, tal vez es la preocupación al ver muy lejana tu pensión o aún tu mejor amigo es una botella de licor o la pornografía sea cual fuere, es una solución distorsionada que no suple la necesidad de nuestro corazón.
Es por esto que las palabras de Jesús a sus discípulos en MATEO 11:28 retumban en nuestra generación toda vez que los problemas de la humanidad nunca pasan de moda, allí Jesús INVITA a que toda persona que esté angustiada llegue a la presencia de Dios, despojándose de todo el peso que las preocupaciones le generan para encontrar descanso.
No es fácil apagar el automático de nuestra vida cuando todo sale bien, pero es necesario darle la entrada a Jesucristo en nuestro corazón y verás que tu vida nunca más será igual.
Y finalmente, cómo terminó la historia de ELÍAS?, pues Dios le dio fuerzas, lo animó, lo levantó del suelo de la desesperación y de la depresión, entonces Elías entendió que Dios es descanso para el alma, que sus palabras son ese ungüento que sana el dolor de las heridas del corazón y que no importa lo que se presente por delante, mientras Dios vaya en frente, no temeremos por que no estaremos SOLOS.
Dios te bendiga y espero que el amor, la gracia y la paz de Dios abunden en tu corazón.
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Escrito por: Pastor Dany Aristizabal Correa para www.conectadosconcristo.com