“18 »Pongan en práctica mis estatutos y observen mis preceptos, y habitarán seguros en la tierra. 19 La tierra dará su fruto, y comerán hasta saciarse, y allí vivirán seguros. 20 »Si acaso se preguntan: “¿Qué comeremos en el séptimo año, si no plantamos ni cosechamos nuestros productos?”, 21 déjenme decirles que en el sexto año les enviaré una bendición tan grande que la tierra producirá como para tres años. 22 Cuando ustedes siembren durante el octavo año, todavía estarán comiendo de la cosecha anterior, y continuarán comiendo de ella hasta la cosecha del año siguiente”. Queremos recibir de Dios todo lo que a diario le pedimos, pero ¿Cuánto estamos dispuestos a hacer por Él?, ¿Darías tu vida si fuera necesario, para que Él estuviera seguro de cuánto lo amas? ¿Renunciarías a tus comodidades por seguirlo?¿Rendirías TODAS las áreas de tu vida en su honor y para exaltar su nombre, como por ejemplo tu área financiera para aportar a su obra?¿Ayudar a tu prójimo es importante para ti?… Para ser obedientes se requiere fortaleza espiritual, conocerlo y entender su Palabra, con el fin de que nuestra confianza crezca a tal punto, que Dios sea una necesidad en nuestra vida. Yo no entendía lo que significaba que Él saciaría mi sed, hasta hoy, que me acerco a su presencia y siento que puedo vivir sin NADA en éste mundo, pero que si me falta Él no sería capaz de seguir, porque es mi fuerza, mi TODO, mi amor, mi respirar, el latido de mi corazón, lo que soy, lo que tengo, mi pasado, mi presente y mi futuro. Escuchar su voz es mi prioridad, porque sé que bajo su mano poderosa estoy segura que mis pasos son firmes, aunque a mi alrededor solo vea oscuridad y porque al seguirlo podré llegar a la meta, sana y salva. Sembré maldad, rebeldía, grosería, rencor, arrogancia y orgullo en mi pasado y pude ver una cosecha con el sabor de la derrota. Tengo la autoridad moral para decirte, que solo el día que empecé a sembrar semilla de obediencia, perdón, reconciliación, bondad, solidaridad, amistad, valentía, respeto y tolerancia por mí misma y por los demás, pude visualizar la gloria del Señor en mi existencia. No quiero ir a tientas por éste mundo, sin saber de dónde vengo ni para donde voy. Tú eres refugio seguro y puedo estar confiado(a) de las bendiciones que recibiré como consecuencia de mi obediencia. Te amo mi Dios, te necesito tanto como respirar. Gracias por darle sentido a mi vida, por preocuparte por mí, por desear para mi vida lo mejor de lo mejor. Te bendigo, te alabo, te admiro, en el nombre de Jesús y bajo la unción de tu Santo Espíritu.Texto Bíblico
Levítico 25: 18 – 22 NVI
Consecuencias de la obediencia
Reflexión
Buena semilla, abundante cosecha
¿Cómo obtener una buena cosecha, sin escuchar la voz de Dios o atender sus estatutos?, Absolutamente TODO lo que Él nos dice en su Palabra es para nuestro bien, para que tengamos una vida bendecida de acuerdo a sus preceptos. Actuar conforme a su voluntad, es la respuesta obediente que espera de nosotros caracterizada por una fe y confianza difícil de resquebrajar.
Oremos