TEXTO BÍBLICO

Eclesiastés 1:12–17 NVI
Primeras conclusiones

“12 Yo, el Maestro, reiné en Jerusalén sobre Israel. 13 Y me dediqué de lleno a explorar e investigar con sabiduría todo cuanto se hace bajo el cielo. ¡Penosa tarea ha impuesto Dios al género humano para abrumarlo con ella! 14 Y he observado todo cuanto se hace en esta vida, y todo ello es absurdo, ¡es correr tras el viento!

15 Ni se puede enderezar lo torcido,
ni se puede contar lo que falta.

16 Me puse a reflexionar: «Aquí me tienen, engrandecido y con más sabiduría que todos mis antecesores en Jerusalén, y habiendo experimentado abundante sabiduría y conocimiento. 17 Me he dedicado de lleno a la comprensión de la sabiduría, y hasta conozco la necedad y la insensatez. ¡Pero aun esto es querer alcanzar el viento! 18 Francamente,

»mientras más sabiduría, más problemas;
mientras más se sabe, más se sufre».”

REFLEXIÓN

Buscando lo que no quiero encontrar

Queremos saberlo todo y eso no es bueno. Si algo nos agobia, no descansamos hasta descubrirlo y desenmascararlo. Nos creemos justicieros y buscamos razones para justificar comportamientos, actitudes, decisiones absurdas o apacigüar las emociones negativas que acarrea el engaño o la traición. Indagamos sobre lo que no queremos encontrar y esto no es razonable.

Existe un dicho popular que sostiene “Quien tiene la información, tiene el poder” y en realidad creo que es más el sentido negativo que abriga tal expresión, que lo positivo y bueno que pueda encerrar. ¿Para qué conocer lo que se encuentra oculto?… es permitir que los sentimientos de venganza, rabia, rencor, dolor, desesperación, decepción, baja autoestima, deseos de muerte y muchas cosas más, nos abrumen, destruyan y nos roben la paz. ¿Para qué quitarle la soberanía a Dios, sobre todos nuestros asuntos?…Él todo lo sabe, es justo y su intervención es oportuna, cuándo de defender a uno de sus hijos se trata.

No tenemos la potestad, ni el poder de hacer cambiar las circunstancias a nuestro favor; es mejor, enfrentar los momentos de crisis, como Dios nos lo ha enseñado; con dignidad, humildad y un corazón dispuesto a perdonar para alcanzar la libertad. Es necesario entregarle nuestras cargas al Señor en oración y restarle importancia natural a la situación, sabiendo que en lo sobrenatural, Dios tiene el control y ya está obrando para solucionarlo. “Lo cierto es que mientras más se sabe, más se sufre; mientras más se llena uno de conocimiento, más se llena de problemas” (Eclesiastés 1:18 TLA).

Alabanza sugerida

Canción: La fuerza de sus sueños – Lilly Goodman

Ver video aquí: https://bit.ly/2DdhMY7

OREMOS

Señor, duele que nos traicionen, que levanten falso testimonio en contra nuestra o alcen la voz para destruirnos; pero tu fidelidad nos reconforta y nos da esperanza. Padre amado, protégeme de las malas intenciones, de los corazones llenos de perversidad y de la necedad del hombre. Hazme fuerte para actuar conforme a tu voluntad y no robarte tu soberanía sobre cada una de las situaciones que hoy me causan tristeza y dolor. Guárdame del peligro y cúbreme con tu amor. En el nombre de Jesús, amén.