TEXTO BÍBLICO
“A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo:
—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.
Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.
—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
—¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen? —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible.
—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel la dejó”.
(Lucas 1:26-34 NVI)
REFLEXIÓN
En los pequeños detalles y aún en medio de los momentos de prueba que no entendemos, está Dios. A lo mejor no lo podemos ver o al estar centrados en el problema no podemos sentirlo, pero el que estemos imposibilitados para hacerlo, no significa que Él no esté a nuestro lado o nos haya dejado a la deriva.
Imagino por un instante la impresión de María. Un ángel la visitaba para darle una noticia que iba a poner de cabeza su vida. Cuando el ángel la saluda, le dice ¡Alégrate! Tienes el favor de Dios y eres bendita entre las mujeres. Estaba comprometida para casarse, su esposo no entendería fácilmente que sin conocer hombre alguno en su intimidad, había sido elegida para ser la mamá del salvador. Esta situación, podría traer deshonra a su prometido, a sus familias e incluso, ella podría ser condenada a muerte por su supuesta infidelidad. Sintió temor y era normal que así fuera, finalmente era un ser humano con sentimientos no ajenos a lo que produce el no tener el control de las situaciones que enfrentamos.
Todo reto en nuestra vida exige tener fe y confianza en el Señor. En medio de la prueba nos invita a creer que no existe circunstancia alguna que pueda derribarnos si nos aferramos a la promesa de amor que nos hace a diario. No hay nada imposible para Él y cada desierto tiene un aprendizaje implícito que debemos descubrir.
Me encanta la actitud de María al decir… “Soy tu sierva, has conmigo lo que has dicho” se rinde a Él, le entrega mayordomía en sus asuntos y demuestra que cree lo que Él ha dispuesto aunque no parezca traer bienestar, cobra una importancia sobrenatural tanto en el cielo como en la tierra.
Reflexiona sobre lo que hoy estás viviendo: ¿Qué puedes aprender de esa situación? ¿Qué piensas que Dios espera de ti? ¿Estás dispuesto a fortalecer tu relación personal con Jesús y soltar ese problema para que sea Él quien lo solucione y no tú en tus fuerzas?.
Alabanza sugerida
Canción: Por un destello de tu gloria – Jesús Adrián Romero
OREMOS
Amado Padre celestial que tu favor me cobije en este día. Acrecienta mi fe, dame esperanza y no permitas que mis circunstancias difíciles te roben el protagonismo que debes tener en mi vida. Señor, revélame lo que me quieres enseñar en esta prueba que hoy estoy viviendo (háblale sobre tu problema y cómo te sientes), toma el control y dale pronta solución a esta situación. Padre amado dame alegría y gozo. Déjame ver tu propósito por encima de mis problemas. Dame fuerza y sabiduría. Cuida de mi familia. Gracias por cumplir tu promesa de amor. En el nombre de Jesús, amén.