“En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud. Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo, y la barca ya estaba bastante lejos de la tierra, zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario”.
Mateo14 22-24 NVI
Desde los tiempos de la iglesia primitiva, cuando los discípulos querían avanzar en su misión evangelizadora, Satanás se interponía provocándoles miedo e inseguridades para que no siguieran avanzando; así pasa hoy en nuestras vidas, cuando queremos o ya estamos caminando con el Señor, el enemigo se molesta y no va descansar en hacernos caer, meternos esas indecisiones y se inventará cualquier cosa en nuestras mentes para hacernos desviar a su favor.
Hoy te invito a que no huyas de la tormenta ni del desierto donde Dios quiere prepararnos hasta obtener esa bendición anhelada. No es fácil porque el desierto que puede llamarse problema financiero, divorcio, una enfermedad o quizás una situación adversa, es una prueba de nuestra fe y confianza en el Señor.
No te desanimes sigue avanzando dando pasos de fe como lo hizo Pedro que fue el único de los discípulos que avanzó sobre el agua, porque fijo su mirada en Jesús, dejando la barca que para nosotros representa una zona de confort. No tengas miedo, no mires esa circunstancia difícil como algo superar, veamos el Dios que está con nosotros, al Padre que ama a sus hijos y que todo lo hace por nuestro bien, y recuerda que mientras más grande sea tu fe en Dios, más pequeño será tu desierto y la tormenta.
Aun en la batalla, Aun en la tormenta En medio del caos Confiaré. Sé que eres más fuerte Que todo lo que enfrente Siempre te alabo.-Hillsong Young & Free-
Escrito por Sofía Ávila para www.conectadosconcristo.com