¿Celebrar navidad?Es una pregunta que muchos cristianos se hacen, porque la manera en cómo se creó esta celebración no fue la más “adecuada” podría decirse. La iglesia católica propuso unir dos celebraciones en una, el solsticio de invierno y el nacimiento de Jesús. Lo cual se convirtió un día nacional y mundial pues los países alrededor fueron adoptando esta festividad y se fue extendiendo hasta el día de hoy. Lo que más me impresiona de esto es que ya no se reconoce la celebración del solsticio de invierno o las otras festividades que pretendían unir, lo que se celebra y lo que más importa en la mayoría del mundo entero es celebrar el nacimiento de Jesús, del Mesias, de Jesucristo, del Cristo.
No te has preguntado ¿a quién más le celebran el nacimiento, después de haber pasado tantos años? Bueno yo no sé de alguno. Lo que puedo decir de celebrar esta navidad es que Jesús es el centro y es celebrado y festejado, recordado en corazones de muchos y su historia de su nacimiento milagroso que fue único virginal, ha movido al mundo entero para celebrarlo.
Se entiende que para algunos la Navidad es una fiesta pagana, para otros es un buen momento para descansar, para otros es una época estresante pues se crecen las deudas y en ocasiones trae frustración y desilusión por no poder lograr lo anhelado. Pero he podido ver que en diferentes lugares y rincones del mundo el verdadero sentido de la navidad es Jesucristo, Él es lo que más importante, no importa si hay o no regalos, lo que se celebra es el nacimiento de Jesús sin importar si fue en esta fecha o no. El hecho es, simplemente recordar al Hijo de Dios, al único y Grandioso, al admirable, al consejero, al príncipe de paz, a Cristo. Quién fue el único que pudo acercarnos al Padre, pagar todos mis pecados, todas mis deudas, me dio una identidad e hizo posible que Dios me llamará suyo.
“De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia». (Lucas 2:13 – 14) Había llegado el momento para la humanidad, el perdón y la reconciliación con el Padre, con Dios. Desde el momento que nació Jesús era el inicio donde empezaría a correr su maravilloso plan para traer salvación, redención y paz al mundo.
Al momento que «un niño se nos fue nacido, un hijo nos es dado» (Isaías 9:6) en la mente del Padre estaba yo, cuando enseñaba y estaba con sus discípulos en su mente yo estaba, cuando sintió angustia y dolor en su mente estaba yo, fue traicionado y azotado, eso no importó porque en su mente estaba yo, fue colgado y crucificado en un madero y en su mente siguia latente un propósito, un fin que me beneficiaba a mi. Todo eso lo padeció, lo sufrió por mi, deseaba tenerme, me ama y soportó todo por amor a mi.
Estas fechas hacen recordar que la navidad no es nada, no es suficiente, a comparación con todo lo que Jesús vino a hacer, pero lo bueno es que hay un mundo entero que le celebra, no conozco a otra persona que se le celebre su nacimiento de esta manera después de muerto o aún con vida. Es el único que partió la historia en dos, el único que soportó humillaciones y malos tratos por la humanidad. Me alegra que aún sin conocerle realmente celebren su nacimiento, lo han escuchado, saben de Él y aún así muchos no tienen una relación con Él. Pero si tu la tienes celebra todos los días a Cristo, a ese Cristo que te habita, disfrútalo cada día de tu vida y recuerda que el sentido de la navidad siempre será Jesucristo el Salvador del mundo.
Escrito por Nina Gutiérrez para ConectadosConCristo.com