Texto bíblico

Génesis 29:14-30 RVR1960 Jacob se casa con Lea y Raquel «Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él durante un mes. 15 Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario. 16 Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel. 17 Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer. 18Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor. 19 Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo. 20 Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba. 21 Entonces dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella. 22 Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete. 23 Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella. 24 Y dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada. 25 Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado? 26 Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor. 27 Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años. 28 E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer. 29 Y dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada. 30 Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años».

Reflexión

¿Condenada al desamor? Jacob el engañador por excelencia, ahora recibiría la cosecha de lo sembrado junto a su madre y su hermano. No hay NADA en éste mundo, que impida que suframos las consecuencias de lo que mal hacemos en ésta tierra. Las protagonistas principales de ésta historia son las hijas de Labán, es decir Raquel y Lea. Profundamente enamorado de Raquel, Jacob, sin dinero y sin posesiones para ofrecer como dote, ofreció su trabajo siete años a Labán, para así, poder casarse con su amada, con la dueña de su corazón, con la mujer que lo había cautivado por lo que ella reflejaba. No era sólo química, era sentir en el corazón, que ella sería quien lo haría feliz por siempre y para siempre. Esperó siete años, para poder sentirla suya y ella, ilusionada, fue paciente hasta que llegara el día en el que pudiera sentir los brazos de su amor para protegerla como un verdadero tesoro. Para Lea, no era indiferente lo que sucedía, a lo mejor ella anhelaba algún día, poder experimentar lo mismo que Raquel y Jacob, poderse enamorar perdidamente de alguien y que alguien se enamorara de ella, aunque su belleza, su hermosura y la fuerza de su mirada, fueran opacadas por su timidez. Lea, fue condenada por su padre, a vivir sin amor. La sentencia dada fue a compartir su lecho, con una persona, que no había mostrado interés alguno en su corazón. Seguramente ésta situación la hizo sentir usada, rechazada, decepcionada, triste y con una imagen distorsionada de lo que era ella para Dios. Raquel, tuvo que haberse sentido frustrada y llena de rabia y dolor, cuando supo que su amado, el hombre escogido, quien ocupaba sus pensamientos y sus emociones, tomaba a su hermana como suya, antes que a ella. Las decisiones de un padre, impactan la vida de sus hijos de tal manera, que pueden hacer de ellos, personas exitosas y llenas de vida o fracasos andantes con una fuerte raíz de amargura arraigada en su alma y en su mente. Somos responsables de marcar el futuro de nuestros hijos, con nuestras palabras y con nuestras acciones, los empujamos al mundo basados en principios y valores fundamentados en lo que para nosotros es lo que gobierna nuestra existencia, pero, papá y mamá, ¿Qué es lo que hoy gobierna en su vida?, el amor al dinero, a las posesiones, a una posición prominente en la sociedad, su trabajo, su egoísmo, el orgullo, en fin, lo que gobierne hoy en su casa, serán los cimientos en los que sus hijos, el día de mañana cimentarán los suyos propios, porque crecen viendo el ejemplo de papá y mamá, porque en obediencia aceptan hacia cierto punto, la dirección que les damos. Jacob, trabajó siete años más, para poder tener el derecho de casarse con Raquel y así lo hizo, pero lo que en un principio sería una historia de amor marcada por su entrega pura y limpia de sentimientos mutuos de fidelidad, de ahí en adelante se convertiría en un mar de sentimientos encontrados, que no traerían paz a aquel hogar. Hermanas y rivales, cada una cumplía un plan y un propósito divino para Dios. La no amada, tendría la bendición de poder concebir los cuatro primeros hijos de Jacob, entre ellos a Judá, quien fuera antepasado de David y su linaje real, y por ende de Jesús, esa sería su recompensa en la eternidad. Dios tiene el poder de transformar lo negativo en positivo; lo que para nosotros es imposible, para Él es posible. Aunque no te sientas realmente amada, apreciada y valorada por un hombre, eres un tesoro de incalculable valor para el Señor. Lo que obtendrás de Dios, no depende de tu fuerza, ni de tu belleza exterior, ni las decisiones absurdas que otras personas han tomado por ti, condenándote a una existencia llena de amargura y desesperanza, es el Dios mismo, quien te toma entre sus brazos, para decirte hoy, que su plan divino sobre ti, se cumplirá pase lo que pase, porque es Él el dueño de tu vida, y quien como Padre guía tu camino. Acercarse a Él, con un corazón dispuesto, es lo que te dará la verdadera felicidad, su amor es verdadero, puro, digno y fiel, y hará de tí, una nación próspera y llena de fe, si así se lo permites.

Oremos

El dolor, la angustia, la desesperación, la decepción, la tristeza y la amargura no pueden separarme jamás de ti y el plan divino que tienes para mí. Señor, anhelo sentirte y conocerte cada día más, tu amor es quien me liberta y me da las fuerzas para seguir hacia el cumplimiento del plan que tienes para mí. Permíteme experimentar a tu lado, lo que significa ser amada, trayendo aceptación y redención a mi existencia. Te amo y te necesito, haz de mí una nación prospera, transformada, y llena de tu luz. En el nombre de Jesús. Amén.