“Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna.”. Tito 3:5-7 NVI
En un mundo desconectado de los asuntos trascendentales, todos tenemos la tendencia de conectarnos al complejo mundo de las trivialidades y la cotidianidad. Quiero decir que hay cuestiones que a nuestro parecer serían banales si realmente estamos conectados con lo importante, es decir, si estamos conectados con DIOS.
¿Acaso deberíamos estar preocupados en Colombia por lo que suceda en las urnas en las próximas elecciones?, pues la respuesta depende de si creemos o no que mientras nos ocupemos de los asuntos del reino, DIOS está en control de todos nuestros asuntos. Ups!, pensándolo bien tal vez tengamos de qué preocuparnos si no estamos comprometidos con los asuntos del reino.
Entiendo que no somos sólo seres espirituales y que no podemos desligarnos de nuestro ser corpóreo y nuestra alma tendiente al pecado. Pero no podemos esperar decir que creemos en DIOS si no le creemos a ÉL, si no creemos en su palabra, nuestro deber es mantenernos en fe y orar constantemente por el establecimiento de su reino y de su voluntad en la tierra.
La palabra dice en Timoteo 2:2 que debemos orar por los líderes de nuestra nación y por todos quienes están en autoridad, para tener una vida pacífica y tranquila. En este caso creo que la Biblia quiere decir que debemos orar por los líderes para que el SEÑOR los guíe, y a pesar de sus decisiones siempre termine imponiéndose la voluntad de DIOS.
Si bien es cierto, los problemas y la oscuridad intentarán en todo momento reducir nuestra visión, cargarnos de pesos innecesarios, llenarnos de sentimientos confusos y cualquier otra cosa que busque impedir que recorramos el camino que DIOS ha dispuesto para cada uno, también es cierto que nuestra libertad de decisión es lo que nos puede condenar o nos puede salvar.
El libre albedrío como regalo es el arma más poderosa que DIOS nos ha dado, pues disponemos de la libertad de elegirle, amarle y rendir nuestra vida a sus propósitos, con todo lo que ello implica, estar dispuestos a pagar el precio de decir que somos sus seguidores y a tragarnos todos los sapos que salten a nuestra mesa por culpa de nuestras malas decisiones y nuestros rezagos de pecado.
Porque cuando elegimos amar a DIOS somos libres, cuando decidimos conectarnos con ÉL a través de una vida en CRISTO, no llegarán mágicamente las soluciones a todos nuestros problemas, incluso es posible que lleguen más problemas a nuestras vida, pero con todo eso también llega la fe, la seguridad de que ÉL peleará por nosotros, nos defenderá y no nos soltará de su mano.
Si decidimos que DIOS entre a nuestras vidas, su poder transformador llegará y lo que antes parecía un problema sin solución se convertirá en una nueva posibilidad para ver el poder y la gloria de DIOS en todo su esplendor, nada será más importante que nuestra relación con ÉL, no habrá problema que nos angustie, pues la senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día que es perfecto.
Cuando estamos conectados con CRISTO estamos desconectados de todo aquello que parece se yergue sobre nosotros como un triste final, la desesperanza y el miedo desaparecen y ponemos nuestros ojos en una vida eterna, en asuntos trascendentales, y caminamos sobre las aguas, con la seguridad de que JESÚS no nos dejará ahogar en medio de la tormenta.
Escrito por “Mr. Cesos” para www.conectadosconcristo.com