«Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento

‭‭Salmos‬ ‭23:4‬ ‭RVR1960‬‬

Confiar en Dios en tiempos malos, conocer que Dios es fiel, no es fácil pero sí muy gratificante. En momentos de angustia nuestra mente juega con muchos pensamientos; entre esos, que estamos solos, que hasta aquí llegamos y no vemos salida de esa tormenta.

Descansar realmente en Dios es tener cero preocupación pese a que veamos que vamos a caer en un abismo, que nos empujan las consecuencias del pecado o que miles de circunstancias malas se nos atraviesen en el camino, nada de esto podrá dañar nuestro destino, si entendemos que somos hijos de Dios. El comprender esto tan importante nos lleva a tener una paz sin igual, una adoración pura al 100% y nos inunda un agradecimiento total porque sabemos que lo bueno y lo malo que nos pueda venir está en manos de Dios. 

Hasta lo malo está bajo Su control; las calamidades, el dolor, las dificultades son oportunidades para conocer en toda su plenitud al Dios en el que creemos, seguimos y adoramos.

«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» 

Romanos 8:28 RVR1960            

Si realmente miramos lo que merecemos, llegaríamos a la conclusión que sería la muerte, y sería justo, pero Cristo nos justificó, Él la asumió, lo hizo por sus escogidos; y no solo eso, nos ha dado bendiciones que no merecemos, por lo tanto ¿cómo no estar en paz y en tranquilidad? Si el mismo Dios me salvó, el mismo que murió de forma cruel, Él y solo Él podría ser quien me cuida hoy y siempre, ¿cómo no confiar en Él?

Es por su gracia que estamos de pie, que estamos en el lugar que estamos, es por ella que tenemos tantos dones y talentos, todo por la obra redentora de Cristo que nos hizo hijos de Dios.

Escritor por Nina Gutiérrez para conectadosconcristo.com