TEXTO BÍBLICO

Isaías 33: 1-6 (NVI)

Angustia y auxilio

“33 ¡Ay de ti, destructor, que no has sido destruido!
¡Ay de ti, traidor, que no has sido traicionado!
Cuando dejes de destruir, te destruirán;
cuando dejes de traicionar, te traicionarán.

2 Señor, ten compasión de nosotros;
pues en ti esperamos.
Sé nuestra fortaleza[a] cada mañana,
nuestra salvación en tiempo de angustia.
3 Al estruendo de tu voz, huyen los pueblos;
cuando te levantas, se dispersan las naciones.
4 Los despojos de ustedes se recogen
como si fueran devorados por orugas;
sobre ellos se lanza el enemigo
como una bandada de langostas.

5 Exaltado es el Señor porque mora en las alturas,
y llena a Sión de justicia y rectitud.
6 Él será la seguridad de tus tiempos,
te dará en abundancia salvación, sabiduría y conocimiento;
el temor del Señor será tu tesoro.”

REFLEXIÓN

Confianza en medio de la angustia y la dificultad

En momentos de dificultad la duda nos abruma y en medio de la confusión, permitimos que nuestros temores, nos paralicen. Es normal que en nuestra humanidad, intentemos solucionar todo a nuestro modo y que por instantes gocemos de pequeñas victorias temporales, pero solo en Dios, podremos ver soluciones definitivas y perdurables.

Usted puede inclusive increparme y decirme que no le hace mal a nadie y que intenta agradarle a Dios en todo y que por éste motivo, no entiende por qué debe enfrentar pruebas muy duras en la vida; y yo, ubicándome en su lugar, puedo decirle que comprendo sus circunstancias, consolarlo y animarlo a continuar sin importar la dura batalla que hoy esté enfrentando.

Sin poder resolver sus dudas, puedo decirle con toda seguridad, que Dios lo ama, que es su fortaleza, su ayuda y que permanece a su lado, aunque pareciera estar ausente. Lo anterior lo puedo hacer, con la convicción que tengo de conocer a un Dios generoso y comprometido con el bienestar de quienes lo aman y obedecen; usted puede estar dispuesto a creer o no, la decisión…¡Es suya!

Los caminos y planes de Dios son mucho más grandes que los nuestros. Somos inmediatistas, queremos obtener respuestas rápidas sin el más mínimo esfuerzo; pero el Señor sabe qué es lo que más nos conviene, y conoce con toda seguridad lo que nos hará inmensamente felices, hasta el final de nuestros días y más allá, extendiéndonos su favor, si permanecemos fieles a sus enseñanzas.

Debemos renunciar a hacer nuestra voluntad, para que Él crezca en nuestro interior y pueda construir los más grandes sueños a través de un nuevo corazón. Somos nosotros quienes le podemos dar de manera individual, entrada a nuestra realidad, para que al instalarse en nuestra alma, haga de nosotros personas mucho más fuertes y decididas a no volver atrás.

Alabanza sugerida

Canción: Paz en la tormenta – Renan carias

Ver video Aquí: https://bit.ly/2q5yXXt

OREMOS

Padre amado, mi fe se ve comprometida cuando enfrento dificultades. Estás a mi lado y no has apartado tu mirada de mí; lo sé, porque aún sigo en pie y porque aunque débiles, mis fuerzas permanecen para darte la gloria y la honra, aun cuando mi futuro es incierto. Confío en tus promesas, en tu verdad, en tu palabra y en tu amor. En el nombre de Jesús, te entrego mis cargas y decido creer que al final, estaré bien, porque tus planes de bienestar son una realidad en mi vida. Te amo con todo mi corazón, amén y amén.