TEXTO BÍBLICO
Salmo 2
“2 ¿Por qué se sublevan las naciones,
y en vano conspiran los pueblos?
2 Los reyes de la tierra se rebelan;
los gobernantes se confabulan contra el Señor
y contra su ungido.
3 Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas!
¡Librémonos de su yugo!»
4 El rey de los cielos se ríe;
el Señor se burla de ellos.
5 En su enojo los reprende,
en su furor los intimida y dice:
6 «He establecido a mi rey
sobre Sión, mi santo monte».
7 Yo proclamaré el decreto del Señor:
«Tú eres mi hijo», me ha dicho;
«hoy mismo te he engendrado.
8 Pídeme,
y como herencia te entregaré las naciones;
¡tuyos serán los confines de la tierra!
9 Las gobernarás con puño[a] de hierro;
las harás pedazos como a vasijas de barro».
10 Ustedes, los reyes, sean prudentes;
déjense enseñar, gobernantes de la tierra.
11 Sirvan al Señor con temor;
con temblor ríndanle alabanza.
12 Bésenle los pies,[b] no sea que se enoje
y sean ustedes destruidos en el camino,
pues su ira se inflama de repente.
¡Dichosos los que en él buscan refugio!”
REFLEXIÓN
Crisis mundial
Estamos en un momento de crisis a nivel mundial. La ausencia de Dios en el corazón de los hombres nos ha llevado al límite de la violencia. El caos se ha apoderado de naciones enteras, las familias se encuentran divididas, potencias económicas en el borde de la quiebra y los gobernantes de la tierra se han volcado en contra del pueblo que los eligió.
Satanás se ha ensañado en contra de los niños y las mujeres, quienes sufren toda clase de vejámenes y signos de violencia; anhela eliminar el concepto de familia y de unidad conyugal, buscando arruinar toda posibilidad de una nueva generación que dependa de la voluntad de Dios, logrando influenciar su mente y corazón para que caminen a la deriva y en la derrota sin un propósito.
El temor hace de las suyas y genera incertidumbre; hacemos parte de un mundo que se ha olvidado de Dios, donde son pocos los que aun con temor y temblor buscan la dirección del Señor. Nos hemos vuelto permisivos, llamando a lo malo bueno y a lo bueno malo; convertimos a Dios y su palabra en una teoría y no en una vivencia diaria y luego nos preguntamos ¿por qué suceden las tragedias?
Sí, desafortunadamente son nuestras propias decisiones las que nos condenan a la desgracia. Gobernantes y gobernados, en un afán de protagonismo, se burlan de Dios y esperan prosperar; pero el Señor es implacable con aquellos que buscan su vanagloria y pisotean su herencia eterna a causa de su insensatez.
Dios bendice a los que en Él confían. La adoración y la alabanza de su pueblo le agrada y enorgullece; nos ha dado una gran responsabilidad que durante muchos años hemos ignorado y es el ser ejemplo y testimonio para las generaciones venideras.
Orar, clamar, pedir perdón y bendecir es una prioridad en estos momentos. Liberarnos del yugo de la destrucción sin avergonzarnos del evangelio, instruir a nuestros hijos en el conocimiento de Dios, cumplir la gran comisión, trabajar con honestidad e incluir a Dios en nuestros planes debe ser nuestra prioridad. Él está con nosotros aunque insistamos en apartarlo de nuestra vida pues hay una esperanza al atender las advertencias del Todopoderoso y es la de asegurar una eternidad bajo su poderío y majestad.
Alabanza sugerida
Canción: Estoy aquí – Redimi2
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OREMOS
Señor, perdónanos por nuestra necedad. Ten piedad de las naciones y sálvanos del yugo del pecado y de la esclavitud de la insensatez con la que hemos decidido vivir. Padre amado ten piedad de las familias de hombres, mujeres y niños que viven atemorizados, derrotados y en medio del caos. Trae paz y esperanza, muéstranos el camino y permítenos verte en medio de nuestras dificultades. Ayúdanos a formar nuevas generaciones que te den la gloria y la honra a través de sus acciones. En el nombre de Jesús, bendecimos tu creación y restamos autoridad al enemigo, amén y amén.