Por Nina Gutiérrez
«según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad» ‭‭
(Efesios‬ ‭1:4-5‬ ‭RVR1960‬‬)

Dios me dio un nombre, Él me creó a su imagen y semejanza, fue su decisión darme vida, me la dio en este tiempo y para esta época, no nací al azar, ni por mi propia decisión, nada de lo que yo hice, ni lo que esté haciendo o lo que yo haga, afecta los planes de Dios para conmigo.

Su Amor es desmedido, nada me puede separar de su gran amor por mí, su gracia fue derramada en mí; para Él ha sido un placer crearme pese a mis fallas y mis malas decisiones, siempre me acompaña y me perfecciona en Él. Tener su aliento en mi vida ha sido lo más hermoso, excitante y apasionante que he vivido. No tenía que hacerlo, tampoco tenía porque darme vida, podía dejarme muerta en mis delitos y pecados pero por gracia le ha placido darme su vida.

Ahora por llevar su vida, gozo de los placeres y deleites de tenerlo en mi, mis debilidades y defectos los ve con amor eterno, los ve como una gran oportunidad para exaltar Su nombre y recibir toda la gloria, porque por Cristo es que mis debilidades se hacen fuertes.

Mi vida ya no es mía, es completamente de Él y para Él. Ya no me preocupo por las cosas que ofrece este mundo, porque yo descanso en su regazo y confió plenamente que Él estuvo, está y estará en un continuo presente en mi.

Escrito para conectadosconcristo.com