TEXTO BÍBLICO
“El fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.”
(Efesios 5:9 NVI)
REFLEXIÓN
Meses atrás escuché a un amigo decir: “Hay que dar un salto de fe”. Él había decidido dejar atrás lo que para muchos era un gran trabajo fijo, para perseguir sus sueños de ser un empresario independiente. Para mí, una persona que lleva aproximadamente 10 años trabajando en la misma compañía, era un gran acto de gallardía, algo sorprendente y muy valiente.
Si él hubiera escuchado las voces que intentaban persuadirlo, quizás se hubiera quedado con la expectativa de saber hasta dónde podía llegar, pero no fue así. Decidió confiar en un Dios grande, capaz de transformar circunstancias adversas en situaciones favorables. Hoy trabaja con pasión en lo que lo hace feliz, hace equipo con su esposa y su empresa se ha ido consolidando poco a poco, lo que refleja el éxito total de un proyecto que desde el principio, fue entregado por completo al único que todo lo puede.
Es necesario que comprendas que Dios hará su parte, pero tu tienes una responsablidad que no puedes delegar, la decisión de mantenerte firme en ser la persona que Dios quiere que seas, en todos los posibles roles en los que te desenvuelvas.
Los planes que Dios tiene para tu vida, nadie los puede impedir. Aunque permitamos que personas o circunstancias retrasen el proceso, si es su voluntad y eres una persona con un corazón humilde y enseñable, lo que Él ha dicho, se cumplirá. Tu fe y confianza en su poder infinito, son la clave para lograr el éxito en todo lo que emprendas.
OREMOS
Amado Dios, dame la seguridad de un futuro sólido con tu respaldo. Gracias por tu manera incondicional de amarme. Gracias por cada oportunidad de éxito concedida. Gracias por acompañarme en cada proceso. Te entrego mis proyectos, mis sueños y mis anhelos más profundos. Declaro que mi seguridad está en ti, en el nombre de Jesús, amén y amén.