Texto Bíblico

Éxodo 33: 7 – 11 NVI

La Tienda de reunión

«Moisés tomó una tienda de campaña y la armó a cierta distancia fuera del campamento. La llamó «la Tienda de la reunión con el Señor». Cuando alguien quería consultar al Señor, tenía que salir del campamento e ir a esa tienda. 8 Siempre que Moisés se dirigía a ella, todo el pueblo se quedaba de pie a la entrada de su carpa y seguía a Moisés con la mirada, hasta que éste entraba en la Tienda de reunión. 9 En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube descendía y tapaba la entrada, mientras el Señor hablaba con Moisés. 10 Cuando los israelitas veían que la columna de nube se detenía a la entrada de la Tienda de reunión, todos ellos se inclinaban a la entrada de su carpa y adoraban al Señor. 11 Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión».

Reflexión

Diálogo íntimo con Dios

La oración es un diálogo íntimo y privado que sostenemos con Dios. Es un momento especial del día, sin límite de tiempo, en el que podemos clamar al cielo por dirección y ayuda, conversar con Él de aquello que nos entristece o alegra, interceder por nuestra familia, amigos, enemigos y por nosotros mismos. Cuando oramos, tenemos la oportunidad de confesarle a Dios nuestros pecados, buscando su perdón y ser liberados del yugo de la culpa que el enemigo siembra a diario en nuestra mente.

Orar, es despejar nuestra mente de cualquier cosa que nos esté robando la atención de Dios. Es decirle a Él, que ocupa el primer lugar en nuestra vida, que lo necesitamos para que sacie nuestra sed de amor, de sentirnos comprendidos. Es hallar refugio sin el riesgo de ser juzgados o señalados, es aferrarnos a aquel que trae vida a los huesos secos, en quien podemos confiar que jamás nos fallará.

Como no tenerlo en cuenta, si te dio la vida, si estás aquí porque es Él quien te concede respirar. Sostener un diálogo íntimo con tu Padre amado, te ayudará a entender tu propósito, sentirte respaldado(a), tranquilo(a), en paz contigo mismo(a) y con los demás, entregarte completamente a quien dio su vida y cada día sin reservas está dispuesto a derramar su inmenso amor sobre ti.

Es a Él quien debes rendirte de rodillas, decirle que eres valiente y puedes conquistar la cima de la montaña más alta, solo si lo sientes junto a ti. Es agradecerle cada gota de bendición extendida en ésta tierra para ti, es abrazarlo y sentir el calor de su amor, colocar tu rostro sobre su pecho y sentir los latidos fuertes y acelerados de su corazón, mientras te susurra al oído que eres su mejor creación.

Es levantar tu mirada y verlo sonreír, adquirir la fuerza que necesitas para avanzar en medio del desierto más largo o la tormenta más fuerte, porque te infunde el ímpetu que requieres para salir adelante, creer la verdad y rechazar desde lo más profundo de tu alma, lo que te ofrece un mundo caído, y para deleitarte en su presencia, del afecto entrañable que tiene para quien lo busca.

No tengas miedo, a Dios le gusta hablar cara a cara contigo, escucharte, ser tu amigo. No dudes más, búscalo y date la oportunidad de descubrir sus maravillas y saber por qué eres tan especial para Él.

 

Oremos

Quiero tener una cita especial contigo cada día, salir de mi casa en las mañanas cubierto(a) de tu protección, seguro(a) de los pasos que daré y consiente de quien soy y para donde debo ir. Gracias Dios lindo, por amarme tanto, por darme a conocer el plan que tienes para mi vida. Derrama tu gracia sobre mí, para que pueda ser merecedor(a) de tu incansable e inmenso amor. Abro las puertas de mi corazón, para que habites allí y nunca más volverme a separar de ti. Tener intimidad diaria contigo, me garantiza la paz que tanto anhelo, hoy me lo revelas y yo me apropio de esa verdad. En el nombre de tu amado hijo Jesús, amén.