En mi caminar he podido notar el temor por pensar que Dios no quiere verdaderamente ser bueno con nosotros, el temor de que en realidad no es generoso, que no ayuda, ni es amable y tierno, sino que básicamente está molesto con nosotros, que está enfadado.
He escuchado a personas decir que creen en su mente que Dios es bueno, puede que sientan en sus corazones que Su bondad es de alguna manera forzada u obligada. Se piensa que quizás Dios es como un juez que tiene que retirar los cargos contra un prisionero al que en realidad le gustaría dejarlo morir en la cárcel, la razón muy clara, un abogado astuto lo ha colocado con la espada contra la pared usando algún tecnicismo del procedimiento judicial, logrando que se le obligue a darlo en libertad.
Pero Jesús tiene un objetivo y es vencer ese temor al decirnos en Lucas 12:32:
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. RVR1960
Debo confesarles yo he estado en esta posición, incluso he pensado que Dios realmente debería dejar que se de la sentencia que merezco por mis pecados; pero hoy comprendo lo que Él desea y quiere para mí, me ama tanto que trazo un plan perfecto para mi vida. Me dio nombre y estaba dentro de sus planes antes de que este mundo lo formará, se tomó tiempo en pensarme y trazar la línea de mi camino, fijar sus sueños para mi y las metas que hoy tengo por delante, fueron perfectamente planeadas.
Puedo ver que cada palabra plasmada en este asombroso versículo tiene la intención de ayudarnos a alejar el miedo con el que Jesús sabe que luchamos, es decir, que Dios regatea sus beneficios, que él se ve obligado contra su carácter cuando hace cosas agradables, que en el fondo está enfadado y le encanta derramar su ira.
No puedo dejar de ver este versículo como una frase que habla sobre la naturaleza de Dios. Es acerca del tipo de corazón que realmente Dios tiene. Es un versículo acerca de lo que agrada a Dios. No es solamente un versículo de lo que Dios hará o lo que tiene que hacer, sino acerca de lo que se deleita en hacer. Lo que ama hacer, y lo que le produce placer al hacerlo. Puedes fijarte que a ti y a mi nos hizo parte de esa manada pequeña?
Escrito por Nina Gutiérrez para conectadosconcristo.com