TEXTO BÍBLICO
Isaías 41: 17-20 NVI
“»Los pobres y los necesitados buscan agua,
pero no la encuentran;
la sed les ha resecado la lengua.
Pero yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
18 Haré brotar ríos en las áridas cumbres,
y manantiales entre los valles.
Transformaré el desierto en estanques de agua,
y el sequedal en manantiales.
19 Plantaré en el desierto
cedros, acacias, mirtos y olivos;
en áridas tierras plantaré cipreses,
junto con pinos y abetos,
20 para que la gente vea y sepa,
y considere y entienda,
que la mano del Señor ha hecho esto,
que el Santo de Israel lo ha creado.”
REFLEXIÓN
Dios se glorifica en tus circunstancias
Todo desierto es necesario, nos exige mucho más de lo que creemos podemos dar y logramos dimensionar la fuerza en nuestro interior, cuando estando en el suelo derrotados, decidimos enfrentar con valentía los grandes gigantes que han intentado destruirnos, entregándole al Señor todo aquello que se sale de nuestro control, para darle a Él la oportunidad de glorificarse a través de nuestras circunstancias.
Para que nuestro proceso de restauración sea exitoso, se requiere fortalecer nuestra mente, cuerpo y espíritu, alineando nuestros sueños, a los planes de Dios. Él ha dispuesto todo en ésta vida, para que seamos victoriosos, pero es necesario que caminemos de su mano, seamos obedientes y tengamos el valor de renunciar a un pasado en el que no dimos fruto, para darle paso a un presente y un futuro, cargado de esperanza y determinación.
El poder de Dios es ilimitado y créeme, nuestras dificultades se convierten en materia prima potencial, para ser transformada en cosas maravillosas y positivas en sus manos; sin embargo, Él es un caballero y no intervendrá, a menos que pidas su ayuda, te acerques a Él de una manera honesta y dejes de lado el orgullo y la autosuficiencia, para comenzar una vida dependiendo del único que puede concederte felicidad real y perdurable.
Alabanza sugerida
Canción: Firme Amor (Steady Heart) – Majo Solís ft. Karen Garza
Ver video aquí: https://bit.ly/1JjZK5j
OREMOS
Amado Señor, en el desierto que me agobia, he visto tu grandeza. Eres un papá amoroso y me siento seguro(a) entre tus brazos. Padre, mis enemigos han intentado destruirme, pero tú eres más fuerte y poderoso y al contar con tu favor, sé que nada podrá impedir que tus promesas se cumplan en mi vida. Gracias por no apartar tu mirada, por cuidarme, respaldarme y mostrarme el camino hacia la verdadera felicidad. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.