TEXTO BÍBLICO
Isaías 30:27–33 NVI
“¡Miren! El nombre del Señor viene de lejos,
con ardiente ira y densa humareda.
Sus labios están llenos de furor;
su lengua es como un fuego consumidor.
28 Su aliento es cual torrente desbordado
que llega hasta el cuello,
para zarandear a las naciones
en la zaranda destructora.
Pone en las quijadas de los pueblos
un freno que los desvía.
29 Ustedes cantarán como en noche de fiesta solemne;
su corazón se alegrará,
como cuando uno sube con flautas
a la montaña del Señor,
a la Roca de Israel.
30 El Señor hará oír su majestuosa voz,
y descargará su brazo:
con rugiente ira y llama de fuego consumidor,
con aguacero, tormenta y granizo.
31 La voz del Señor quebrantará a Asiria;
la golpeará con su bastón.
32 Cada golpe que el Señor descargue sobre ella
con su vara de castigo
será al son de panderos y de arpas;
agitando su brazo, peleará contra ellos.
33 Porque Tofet[a] está preparada desde hace tiempo;
está dispuesta incluso para el rey.
Se ha hecho una pira de fuego profunda y ancha,
con abundancia de fuego y leña;
el soplo del Señor la encenderá
como un torrente de azufre ardiente.”
REFLEXIÓN
Dios soberano
Dios es soberano y sus planes prevalecen. La palabra de Dios es poderosa, Él no miente y las promesas que nos han sido dadas, se cumplirán. Él es justo y juzga de acuerdo a evidencias; con Él no podemos aparentar, es con hechos que le demostramos que ya no somos los mismos y que nuestro cambio es real.
Cuando logramos entender que al contar con su favor, nos puede rodear la aflicción sin dañarnos el corazón, nuestra fe y confianza se vuelven inquebrantables y no habrá miedo que paralice nuestra convicción de querer agradar a Dios pase lo que pase.
Al elegir la obediencia, el enemigo se ensañará más y no descansará hasta vernos destruidos; pero el Señor irá delante de nosotros, nos llevará a puerto seguro y nos devolverá al ciento por uno todo lo que hayamos perdido en medio de las más duras batallas libradas.
Cada día enfrentamos una guerra espiritual, pero no lo hacemos indefensos y vulnerables; Dios nos concede la victoria, nos hará sonreír y nos sostendrá, infundiendo a nuestra alma nuevas fuerzas, para que podamos cumplir cada una de nuestras metas.
Alabanza sugerida
Canción: Junto a ti – Segundo Toque
Ver video aquí: https://bit.ly/2y9wkZ9
OREMOS
Me revisto de tu armadura poderosa, creo en lo que me has dicho, me aferro a tu verdad, mi fe y confianza es mucho más fuerte y me declaro victorioso(a) en Cristo. Eres mi todo, no te apartes de mí. Soy feliz contigo a mi lado y de ti obtengo la renovación de mi alma. Ya no soy la misma de ayer y mañana seré mejor de lo que soy hoy, bendigo tu obra en mí, en el nombre de tu hijo amado Jesús, amén.