TEXTO BÍBLICO
Isaías 14:24-27 NVI
“Profecía contra Asiria
24 El Señor Todopoderoso ha jurado:
«Tal como lo he planeado, se cumplirá;
tal como lo he decidido, se realizará.
25 Destrozaré a Asiria en mi tierra;
la pisotearé sobre mis montes.
Mi pueblo dejará de llevar su yugo;
ya no pesará esa carga sobre sus hombros».
26 Esto es lo que he determinado
para toda la tierra;
esta es la mano que he extendido
sobre todas las naciones.
27 Si lo ha determinado el Señor Todopoderoso,
¿quién podrá impedirlo?
Si él ha extendido su mano,
¿quién podrá detenerla?”
REFLEXIÓN
Dios soberano
Dios es soberano y todo lo que ha dispuesto para nosotros se cumplirá. Su mano ha sido extendida sobre cada uno de sus hijos, decretó bienestar y bendiciones para quienes lo aman y obedecen y demuestran cada día, que Él es el número uno en su lista de prioridades.
Dios da infinitas oportunidades de arrepentimiento, nos permite enderezar nuestra vida cuando hemos desviado el camino y optado por vivir las mentiras del mundo, alejándonos de su presencia. La ecuación es sencilla y fácil de entender, si tu balanza se inclina hacia el bien, recibirás el buen fruto de la cosecha que ha sido sembrada a través de tus acciones; si se inclina hacia el mal, estarás expuesto a sufrir las consecuencias de la toxicidad que emanas en tus relaciones con los demás.
Extender las manos es señal de amor y fidelidad. Dios nos ha dado a conocer sus planes, su propósito, sus promesas; nadie puede impedir que cada verdad revelada se cumpla. Todo lo que Él ha dispuesto se cumplirá, todo lo que ha decidido se realizará; Él no miente…¿Tu haces lo mismo? ¿En tu relación personal con Él, eres sincero? ¿Tu constancia y perseverancia en las cosas de Dios, se constituyen como buena semilla? ¿Qué ven los demás en ti?… ¡Confía y actúa!
Alabanza sugerida
Canción: Incontrolable amor – Kike Pavón
Ver video aquí: https://bit.ly/2MABcjf
OREMOS
He visto tu mano poderosa sobre mi vida y he sentido tu respaldo, no una sino un millón de veces Señor. Aunque no lo merezco por mis continuas fallas, tu inagotable amor, derrama bendiciones permanentes sobre mi vida y lo valoro infinitamente. Gracias Padre amado por disciplinarme cuando ha sido necesario, por darme gracia frente a mis perseguidores, por marcarme un camino de éxito en donde puedo reflejarte en mis acciones, por darme opciones diferentes a las que me ofrece el mundo, para ser feliz. Te amo, eres todo lo que yo necesito; te alabo por lo que has hecho, haces y harás en mí. En el nombre de Jesús, oro por un corazón limpio e íntegro delante de ti, amen y amén.