TEXTO BÍBLICO

Eclesiastés 5:8-20 NVI

Futilidad de las riquezas

“8 Si en alguna provincia ves que se oprime al pobre, y que a la gente se le niega un juicio justo, no te asombres de tales cosas; porque a un alto oficial lo vigila otro más alto, y por encima de ellos hay otros altos oficiales. 9 ¿Qué provecho hay en todo esto para el país? ¿Está el rey al servicio del campo?[b]

10 Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo! 11 Donde abundan los bienes, sobra quien se los gaste; ¿y qué saca de esto su dueño, aparte de contemplarlos? 12 El trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas riquezas no lo dejan dormir.

13 He visto un mal terrible en esta vida: riquezas acumuladas que redundan en perjuicio de su dueño, 14 y riquezas que se pierden en un mal negocio. Y, si llega su dueño a tener un hijo, ya no tendrá nada que dejarle. 15 Tal como salió del vientre de su madre, así se irá: desnudo como vino al mundo, y sin llevarse el fruto de tanto trabajo.

16 Esto es un mal terrible: que tal como viene el hombre, así se va. ¿Y de qué le sirve afanarse tanto para nada? 17 Además, toda su vida come en tinieblas, y en medio de muchas molestias, enfermedades y enojos.

18 Esto es lo que he comprobado: que en esta vida lo mejor es comer y beber, y disfrutar del fruto de nuestros afanes. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado. 19 Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios. 20 Y, como Dios le llena de alegría el corazón, muy poco reflexiona el hombre en cuanto a su vida.”

REFLEXIÓN

Don de Dios

Disfrutar la vida es un don de Dios. Si hoy abrimos los ojos y respiramos, es porque tenemos un propósito que cumplir. Aunque nuestras circunstancias no sean las más fáciles y estemos pasando por momentos de dificultad, su amor, su misericordia, su protección y su bondad, son el mayor tesoro que hoy podemos poseer.

En donde estén nuestros pensamientos y en lo que más ocupa nuestro tiempo, allí está nuestro corazón. Acumular riquezas no puede convertirse en nuestra razón de vida; volvemos del trabajo una carga, cuando es una bendición y no tenemos nuestras prioridades en orden, dejando nuestra energía y nuestros esfuerzos en los afanes diarios, desatendiendo nuestra familia y nuestra relación personal con Dios.

El Señor nos da el privilegio de tener un trabajo; sin importar el cargo o la posición que hoy tengamos, debemos esforzarnos por ser de bendición para otros. Recordemos que ningún bien material nos llevaremos cuando partamos de este mundo, la mejor herencia que podemos dejar a las personas que nos rodean, es el tiempo de calidad dedicado a cada uno de ellos, el fruto de nuestro ejemplo y el testimonio que demos durante nuestro paso por ésta tierra.

La verdadera felicidad la hallamos en el contentamiento que adquiramos en cualquier situación en la que nos encontremos. El punto no es si somos ricos o pobres, sino en identificar aquello que nos da paz y tranquilidad; la encontramos en la sonrisa de nuestros hijos, el descanso en nuestro hogar y en el fruto de nuestro servicio a Dios.

Alabanza sugerida

Canción: Como te amo – Toma tu lugar

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OREMOS

Gracias Señor por la vida que me has concedido. Bendigo mi casa, a mi familia, mi trabajo y a cada persona con la que tenga contacto el día de hoy. Déjame verte en medio de mis circunstancias y a hallar paz entre tus brazos, cuando éstas se pongan complicadas. Señor, que nunca nos falte el pan diario y que en el descanso de nuestro hogar, podamos identificar la verdadera felicidad. Te amo. En el nombre de Jesús y bajo la unción de tu Santo Espíritu, amén.