Hoy debemos recordar que el ayuno es parte de nuestra vida como creyentes, lo usamos para buscar la guía e intervención del SEÑOR en nuestras vidas, familia o iglesia.  2 Timoteo 3: 16,17 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.” Bien ejecutando este versículo vamos a instruirnos respecto al ayuno en la biblia y la historia seleccionada es el libro de Ester.

Ester, quien era judía, estaba exiliada en Babilonia junto con su nación. Como sucede en todo lugar, la minoría es objeto de persecución y maltrato y los judíos eran minoría. Además ellos no comulgaban con los ritos paganos de los babilonios y este hecho hacía que les tuvieran más bronca. Tanto malestar provocaba que una especie de Alto Concejero Presidencial (como se diría en nuestros días) los detestaba a muerte. El nombre de este alto Concejero era Amán.  Ester y un tío suyo, Mardoqueo, buscaban que Asuero, el Rey Babilonio, se congraciara con ella, pues su belleza era extraordinaria, para librar a los judíos de la masacre en la que estaba trabajando contra ellos Amán.

Para tener éxito es sus planes, Mardoqueo y Ester le pidieron a los judíos que ayunaran por tres días e imaginen que pasó,  pues que EL SEÑOR escuchó a su pueblo ayunador e hizo que la mano del Rey Asuero se pusiera en contra de Amán y que tomara como esposa a la doncella Ester, por ende salvando a el pueblo judío.

EL SEÑOR nos ama, nos conoce y se compadece de nosotros. Seamos como los judíos de esta narración y unámonos por las peticiones que tengamos como grupo, busquemos sanidad, gracia, alivio en nuestras finanzas, conversión de nuestros seres amados, etc.

Hecho curioso: no se menciona al SEÑOR en este libro. Los invito a leer el libro de Ester para comprobar el dato.

En Cristo Jesús, Amén.

Escrito por Alejandro Vargas para www.conectadosconcristo.com