TEXTO BÍBLICO
Isaías 42 (NVI)
El siervo del Señor
“42 »Este es mi siervo, a quien sostengo,
mi escogido, en quien me deleito;
sobre él he puesto mi Espíritu,
y llevará justicia a las naciones.
2 No clamará, ni gritará,
ni alzará su voz por las calles.
3 No acabará de romper la caña quebrada,
ni apagará la mecha que apenas arde.
Con fidelidad hará justicia;
4 no vacilará ni se desanimará
hasta implantar la justicia en la tierra.
Las costas lejanas esperan su ley».
5 Así dice Dios, el Señor,
el que creó y desplegó los cielos;
el que expandió la tierra
y todo lo que ella produce;
el que da aliento al pueblo que la habita,
y vida a los que en ella se mueven:
6 «Yo, el Señor, te he llamado en justicia;
te he tomado de la mano.
Yo te formé, yo te constituí
como pacto para el pueblo,
como luz para las naciones,
7 para abrir los ojos de los ciegos,
para librar de la cárcel a los presos,
y del calabozo a los que habitan en tinieblas.
8 »Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre!
No entrego a otros mi gloria,
ni mi alabanza a los ídolos.
9 Las cosas pasadas se han cumplido,
y ahora anuncio cosas nuevas;
¡las anuncio antes que sucedan!»”
REFLEXIÓN
El elegido de Dios
Recuerdo como si fuera ayer, el día que recibí a Jesús como mi Señor y Salvador personal. Mi vida era un completo desastre, me encontraba sumida en la tristeza y la desesperanza y no hallaba un propósito, ni tenía claro mi futuro.
Después de entregarle mi vida a Cristo, nada ha vuelto a ser como antes; los problemas no han desaparecido, pero el enfoque y la manera de enfrentarlos es distinta. Ya no le permito al enemigo que utilice mis emociones en mi contra y trato de recuperarme más rápidamente de mis caídas, entendiendo que en Dios todo es posible y que todo lo que me sucede hace parte de un plan.
Cada circunstancia es un entrenamiento del Señor, para potencializar nuestra capacidad de bendecir a otros. Hemos sido llamado a servir, fuimos elegidos para consolar, aconsejar, apoyar, a predicar el evangelio con nuestro testimonio diario, ha establecer el reino de Dios con cada buena acción hacia nuestro prójimo.
Si Jesús es parte de nosotros y nosotros somos parte de Él, somos luz en medio de la oscuridad, faro para quienes están perdidos y guía para quienes no lo conocen. Debemos ser prudentes y asertivos, para honrar y alabar su nombre a donde quiera que vayamos. El pasado ha quedado atrás, el presente es un regalo, pero nuestro futuro es una oportunidad para disfrutar de todo lo nuevo que en su sabiduría ya nos ha anunciado, estar preparados para responder con entereza de carácter y enfrentar el día a día con sabiduría y responsabilidad.
Alabanza sugerida
Canción: Te amo Señor – Majo y Dan
Ver video Aquí: https://bit.ly/2QJWqfL
OREMOS
Jesús, gracias por rescatarme de la oscuridad. Te necesito, reconozco que tu eres Dios , que moriste por mí, por el perdón de mis pecados; te recibo una y otra vez como mi salvador, mi amigo, mi todo. Decido que a partir de hoy, caminaré de tu mano y nunca más volveré a soltarme, ni apartarme de tu presencia, porque en ti hallo descanso y paz en medio de la tormenta. Declaro victoria en mi vida, amén y amén.