TEXTO BÍBLICO
Eclesiastés 4: 13-16 NVI
Juventud y sabiduría
“13 Más vale joven pobre pero sabio
que rey viejo pero necio,
que ya no sabe recibir consejos.
14 Aunque de la cárcel haya ascendido al trono, o haya nacido pobre en ese reino, 15 en esta vida he visto que la gente apoya al joven que sucede al rey. 16 Y aunque es incontable la gente que sigue a los reyes,[b] muchos de los que vienen después tampoco quedan contentos con el sucesor. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!”
REFLEXIÓN
El tiempo que ya pasó
Si tuviera la posibilidad de regresar en el tiempo y cambiar una decisión de mi vida, creo que aceptaría la invitación semanal que un compañero en épocas de universidad, me hacía para que lo acompañara a su iglesia a alabar a Dios y aprender de su palabra.
Éramos muy jóvenes los dos, la diferencia es que yo no tenía clara mi identidad en el Señor, vivía sumida en la religiosidad e ignoraba completamente que tenía un propósito que cumplir. Han pasado 20 años desde entonces y quisiera tenerlo en frente para decirle que lo que sembró, finalmente dio fruto.
Tenemos una responsabilidad frente a las nuevas generaciones. Los jóvenes de hoy están creciendo apartados de Dios; los adultos no tenemos tiempo de calidad para compartir con ellos porque nuestros afanes diarios ocupan nuestra agenda. No les hablamos del Señor o lo que es peor, los instruimos de manera superficial en la palabra; leemos la biblia, sin hacer el menor esfuerzo por escudriñarla y estudiarla con ellos; es más, me atrevo a decir que muy pocas veces los contextualizamos frente a la lectura o indagamos qué entendieron o qué aplicabilidad tiene para su vida.
Nuestros hijos aprenden a través de nuestro ejemplo. Debemos apartar la religiosidad. Orar y leer la palabra debe ser un espacio familiar único, en donde todos en unidad afiancemos nuestra relación con Dios, entendiendo sus planes para con nosotros.
Es importante dedicar un tiempo especial para hablar con nuestro Padre. Para conocerlo se requiere una conversación honesta y sincera de más de 5 minutos; para entender sus planes, necesitamos un devocional mucho más profundo en familia; No perdamos más oportunidades de ministrar el corazón de nuestros hijos, si hay algo que no podemos recuperar, es el tiempo que ya pasó.
Alabanza sugerida
Canción: Un corazón – Dios de imposibles
Ver video aquí: https://bit.ly/2xWDHWq
OREMOS
Señor proclamo bendiciones para mi familia. Ayúdame a ser luz para mis hijos y dame sabiduría para guiarlos hacia ti. Anhelo dar testimonio al interior de mi hogar. Has de nuestro encuentro diario contigo, un momento único, especial y necesario. Quiero que mis hijos transiten caminos diferentes a los que yo he transitado y para ello, requiero dedicarles tiempo de calidad para mostrarles la verdad contenida en tu palabra de manera más profunda. Capacítame Padre amado y has de mí, el mejor discipulador de mi familia.