“Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” Hebreos 12:1

Dios habla a nuestra vida de tantas maneras, pero estamos enfocados en el problema que estamos viviendo en el momento o el que tendremos en el futuro, en el pecado que cometimos y no podemos perdonar, en el fracaso que tuvimos, que olvidamos completamente lo que Dios ha dicho de nosotros, eliminamos lo importante que ha dicho que somos y el propósito por el cual nos creó.

Es un deleite ver que desde antes de la fundación del mundo Dios nos pensó y nos determinó en un tiempo específico para nacer de carne y del espíritu. Me imagino a Dios con una sonrisa grande, brotando amor con una luz radiante, lleno de felicidad porque te escogió para que le conocieras en este mundo y por la eternidad. Desde antes de que nacieras Él estaba complacido en llamarte su hijo. No alcanzo a imaginar la felicidad tan grande que Dios sintió con solo pensar en que llegarías en un tiempo perfecto a este mundo y lo conocerías.

Enfócate en lo que Dios tiene, la herencia que te ha dado, no esperes más buscando una perfección que en este mundo no existe, a medida que estés escudriñando las escrituras iras conociendo al Padre maravillosos que tienes y serás perfeccionado, es un proceso que Dios mismo ha diseñado para cada uno de nosotros. Este no impide que podamos cumplir el propósito de Dios en tu vida, los sueños que ha colocado en tu corazón, se cumplirán.

Recuerdo un mensaje que escuché del apóstol Basilio Patiño, decía algo que me liberó: “Hay millones de habitantes en esta tierra que tienen problemas, Dios no está enfocado en el problema que tienes, Él está enfocado en el propósito, porque Él es un Dios de propósitos” mi problemas no son tan importantes como lo es el propósito por el cual Dios me trajo a este mundo, mi esfuerzo debe estar en el plan eterno que Dios ha determinado, conocerlo y darlo a conocer, lo demás no tiene importancia porque Dios ya ha dado la solución y la salida a cada situación por más dura y difícil que sea. Dios ha diseñado y trazado un camino para tu vida y en ese camino ha colocado todo lo que necesitas para caminar, mantén los ojos abiertos y escucha su voz.

Es tiempo que te dediques a lo que fuiste creado y es a conocer a tu Padre, tu creador, no importa sino lo sientes, si no lo ves, te aseguro que Él está allí llorando contigo, secándote las lágrimas y diciendo: “Aquí estoy, no te desenfoques, tus sueños yo los puse en ti y los voy a cumplir” a mí me tomó años entender esto, hay momento que tengo duda, pero recuerdo quién es Él. Un Dios milagroso, que cumple promesas, que abre el camino, que obra en mí, aunque yo no lo sienta y no lo vea, que cada día saca de mi más de su Hijo, de Cristo. También recuerdo lo que dijo que yo soy y de nuevo estoy enfocada y corriendo la buena carrera de la fe.

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”.
1 de corintios 9:24-25

Es tiempo que mitres lo que es verdadero y duradero, lo eterno.

Escrito por Nina Gutiérrez para www.conectadosconcristo.com