TEXTO BÍBLICO
Proverbios 22:17-29 (NVI)
Los treinta dichos de los sabios
“17 Presta atención, escucha mis palabras;[c]
aplica tu corazón a mi conocimiento.
18 Grato es retenerlas dentro de ti,
y tenerlas todas a flor de labio.
19 A ti te las enseño en este día,
para que pongas tu confianza en el Señor.
20 ¿Acaso no te he escrito treinta[d] dichos
que contienen sabios consejos?
21 Son para enseñarte palabras ciertas y confiables,
para que sepas responder bien a quien te pregunte.[e]
1
22 No explotes al pobre porque es pobre,
ni oprimas en los tribunales[f] a los necesitados;
23 porque el Señor defenderá su causa,
y despojará a quienes los despojen.
2
24 No te hagas amigo de gente violenta,
ni te juntes con los iracundos,
25 no sea que aprendas sus malas costumbres
y tú mismo caigas en la trampa.
3
26 No te comprometas por otros
ni salgas fiador de deudas ajenas;
27 porque, si no tienes con qué pagar,
te quitarán hasta la cama en que duermes.
4
28 No cambies de lugar los linderos antiguos
que establecieron tus antepasados.
5
29 ¿Has visto a alguien diligente en su trabajo?
Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie”.
REFLEXIÓN
Es por nuestro bienestar
Los consejos, recomendaciones e instrucciones contenidas en la Palabra de Dios, son para nuestra protección y buscan el bienestar de aquellos que reconocen en la obediencia, la mejor manera de obtener bendiciones de amor, paz, tranquilidad y felicidad. Con lo anterior, no estoy vendiendo el evangelio de la prosperidad, ni pretendo decirte que jamás tendrás problemas, sino por el contrario, enfatizar que en la Biblia encontramos una guía para enfrentar los retos diarios con valentía y asertividad.
Cuando ponemos nuestra confianza en el Señor, podemos estar seguros de que Él no nos falla, no nos miente y está siempre atento a rescatarnos de la oscuridad en la que aveces se convierte nuestra vida, a causa de nuestra propia necedad. Personalmente pienso que, más que consejos son advertencias de lo que claramente nos puede pasar, cuando nos inclinamos hacia el mal y decidimos caminar por fuera de la voluntad de un Padre que quiere lo mejor para sus hijos; algunas de éstas advertencias se enumeran a continuación:
1. El mejor abogado y Juez es el Señor. Él defiende nuestra causa. No permitirá que otros se aprovechen de nuestras necesidades. Impartirá justicia conforme a nuestras acciones y así mismo, recompensará a cada uno de acuerdo a las motivaciones de su corazón.
2. “Dime con quien andas y te diré quién eres”…dice un dicho popular; Si te juntas con personas del mundo, terminarán por contaminar tu fe. No te estoy diciendo que te aisles y no socialices con ningún inconverso, simplemente es una exhortación a elegir bien tus amistades, a rodearte de personas que ayuden en tu crecimiento espiritual, a frecuentar a quienes con su testimonio de vida, demuestran tener a Dios como prioridad número uno en su vida.
3. No sirvas de fiador de nadie, ni siquiera de tu familia, puedes llegar a perderlo todo. Es mejor con argumentos claros, explicarle a esa persona que te está pidiendo ayuda en éste sentido, el por qué no lo apoyas, que arriesgarte a responder por deudas ajenas, perder así tu traquilidad y la de tu familia y exponerte a una crisis financiera por no saber decir “NO” con prudencia en el momento oportuno.
4. ¿Quieres llegar a ser alguien en la vida? ¡Trabaja con diligencia!, así el favor de Dios no te abandonará y su respaldo será permanente.
Alabanza sugerida
Canción: Háblanos Señor – Roberto González
Ver video aquí: https://bit.ly/2qcbSSL
OREMOS
Señor que la única voz que pueda yo escuchar, sea la tuya, ayudándome a tomar mejores decisiones cada día. A veces me fio de mi propia inteligencia y no tengo en cuenta tus consejos pasándolos por alto; perdóname Padre amado por mi terquedad al no tener presente que la obediencia, es la mayor fuente de bendición. Te amo y te necesito, eres y serás siempre el mejor refugio en medio de las tormentas. Defiende mi causa, protégeme del mal y dame la fuerza que necesito para decir ¡No! en el momento justo y cuando sea necesario. En el nombre de Jesús, amén.