Como lo he dicho en otros artículos, me gusta analizarme a diario para saber por qué hago lo que hago, para conocer lo que me motiva o las intenciones detrás de cada “buen” y “mal” acto. En ese sentido he observado con preocupación que mis tendencias por ser alguien “exitoso” me pueden llevar muy fácilmente a unos resultados terribles espiritual, mental y financieramente. Detrás del afán de parecer exitoso frente a los demás cometemos muchísimos errores y soy consciente que los emprendedores tenemos más tendencia hacia este tipo de comportamientos. Hoy quiero alertarte para que no vivamos más esclavos del “éxito” que se nos vende allá afuera, sino que lo construyamos con sabiduría, con la ayuda del más exitoso y talentoso, del más amoroso y desinteresado, con la ayuda de Jesús.
Me enfocaré en el área financiera, pero debemos tener en cuenta que todo ser humano tiene varias áreas que son afectadas por sus decisiones día a día. El sistema en el que vivimos tiene varios secretos y como hijos de Dios debemos poner los pies en la tierra y darnos cuenta, ver los espejos de otras personas, no para juzgarlos sino para aprender y sacar ventaja de errores que no fueron nuestros. Mi error, y el que he visto en otras personas, es el de tener la tendencia a caer en todo lo que el sistema me ofrece, en el tiempo en que dice y de la manera en que dice solo para parecer un mejor tipo o alguien “prospero” o un mejor marido, en otras palabras, alguien “exitoso”. Así es como caemos en deudas y más deudas, nos llenamos de cosas inútiles y realizamos acciones que no vienen del corazón sino de un profundo deseo de ser aprobados o vistos con buenos ojos por otros. ¡Cuidado!
Realmente, si has leído algunos artículos anteriores, sabes que trato de cuidar bastante mi área financiera. Junto a mi esposa hacemos muchas cosas para que sea un área bonita en nuestro matrimonio. Sin embargo, no hemos estado exentos de las tentaciones en las que veo a muchos caer. El ejemplo más claro es el de las tarjetas de crédito. Si con mi esposa diéramos rienda suelta al deseo de vernos “más play” hace mucho tiempo habríamos comprado un carro. Aproximadamente una vez cada dos meses estamos rechazando propuestas en la que nos dan cupos elevados de tarjetas de crédito que sabemos que podemos pagar, pero lo que también sabemos es que también nos convertirán en esclavos, así de simple. Trabajaremos para el banco, estaremos atados a una deuda para un vehículo que adquirimos solo para parecer mejores a los demás y eso estaría muy mal. Ahora, esta es mi situación, puede que no sea la tuya, pero revisa a qué cosas les estás diciendo que si solo para que “hablen mejor de ti” por un lado y por el otro estés esclavo de eso a lo que el sistema llama “persona exitosa”. Pareciera que el concepto de persona exitosa es actualmente alguien que tiene casa, un muy buen vehículo, un celular costoso y mucho cupo en tarjetas de crédito para comprar “lo que quiera” pero lo debe todo o la mayoría al banco. El sistema nos hizo dependientes de su dinero, esclavos de su concepto de éxito.
Quiero aclarar que no tengo nada en contra de los bancos, pero debemos saberlos usar. Un banco nos puede beneficiar muchísimo conociendo su manera de funcionar. Por ejemplo, conozco personas que se apalancan con créditos millonarios en los bancos, pero tienen todo calculado solo para usar el dinero del banco, ganar más dinero y pagar la deuda lo más rápido posible. Estos negocios por lo general son bien planeados y el inversionista sabe que, por ejemplo, tendrá ganancias por un 15% de un negocio. No tiene el dinero necesario para invertir, pero le pide al banco con una tasa de interés del 5%. En cuentas muy aproximadas, las ganancias netas rondaran el 10% cruzando cuentas y el inversionista habrá usado al banco para su beneficio, para un negocio rentable, que puso más dinero en su bolsillo y no como muchos de nosotros hemos hecho y es usarlo para comprar un televisor o un teléfono inteligente o incluso un vehículo, todo esto saca dinero de tu bolsillo en vez de ponerlo como en el caso del ejemplo que te di del inversionista.
Como el tiempo en televisión es corto, en el próximo artículo te enseñaré la manera en que en verdad puedes sacar provecho del sistema para que financieramente crezcas y seas mucho más fuerte, para que vivas con libertad, como estoy seguro que Dios quiere que vivas. Sin deudas, sin éxito ficticio, con libertad y prosperidad.
Nos leemos en el próximo artículo.
¡Bendiciones emprendedor!
Escrito por David Andrés Rincón para www.conectadosconcristo.com