TEXTO BÍBLICO

Salmos 146  (NVI)

“146 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Alaba, alma mía, al Señor.
2 Alabaré al Señor toda mi vida;
mientras haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.

3 No pongan su confianza en gente poderosa,
en simples mortales, que no pueden salvar.
4 Exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
y ese mismo día se desbaratan sus planes.

5 Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob,
cuya esperanza está en el Señor su Dios,
6 creador del cielo y de la tierra,
del mar y de todo cuanto hay en ellos,
y que siempre mantiene la verdad.
7 El Señor hace justicia a los oprimidos,
da de comer a los hambrientos
y pone en libertad a los cautivos.
8 El Señor da vista a los ciegos,
el Señor sostiene a los agobiados,
el Señor ama a los justos.
9 El Señor protege al extranjero
y sostiene al huérfano y a la viuda,
pero frustra los planes de los impíos.

10 ¡Oh Sión, que el Señor reine para siempre!
¡Que tu Dios reine por todas las generaciones!

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!”

REFLEXIÓN

Esperanza en lo temporal

Poner la esperanza en la comodidad que ofrece el mundo mediante la posición social, el dinero, la fama o las ganancias mal habidas, es un absurdo y jamás traerá nada bueno al ser humano. Estar agradecidos con Dios, sin importar la circunstancia en la que nos encontremos y mantenernos firmes en nuestros principios, nos da garantías de crecimiento, fortaleza y seguridad que a la larga, trae como beneficio eternidad, perdón, respaldo y bendición.

Dice un dicho popular que ‘uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde’. Dios nos da en abundancia, pero abusamos de la confianza que nos ha concedido como administradores de sus recursos. Derrochamos y damos un mal manejo a nuestras finanzas, hacemos nuestro trabajo con la actitud inadecuada, nos quejamos constantemente por lo que nos falta, pero no valoramos lo que ya tenemos; al pasar por tiempos de escasez, ponemos nuestra confianza en familia, amigos, bancos, que no pueden darnos soluciones definitivas, puesto que la radicalidad de nuestras decisiones nos pertenece únicamente a nosotros.

Toda prueba trae implícito un aprendizaje; sólo Dios puede darnos instrucciones claras y efectivas que seguramente demandarán de nosotros, el renunciar a todo aquello que nos esclaviza y nos condena a la ruina económica y espiritual, a dejar atrás un pasado de necedad, para obedecerlo y experimentar su misericordia a través de los milagros que puede hacer en medio de las más fuertes tormentas de nuestra vida.

Los planes de Dios son de bienestar y no de calamidad, para aquellos que han decidido honrarlo y alabarlo aun en momentos de dificultad. La obediencia, aunque nos cueste, trae beneficios permanentes. Tener dominio propio y dejarse guiar por el Espíritu Santo, nos ayuda a ser mucho más asertivos; bendecir y creer que aunque no tengamos claro nuestro futuro, el poner nuestra esperanza en Él, nos da la victoria sobre aquello que nos oprime y no nos deja ser felices.

Si te aferras al Señor, Él no te defraudará. ¡No tengas miedo!, todo está bien y estará mejor en la medida que se tengan presentes los errores cometidos, para no volver a incidir en ellos.

Alabanza sugerida

Canción: Pasando por la prueba – Samara

Ver video aquí: http://bit.ly/2BEcfsN

OREMOS

Amado Señor, eres mi principio y mi final. A ti te debo lo que tengo y lo que soy. Te pido perdón por mi necedad y desobediencia. Envía al Espíritu Santo para que a través de su consejo, pueda agradarte sin importar las circunstancias de abundancia o escasez en las que me encuentre. Gracias Padre amado, porque en mi mesa nunca ha faltado un plato de comida y porque tú provees en mi casa, todo lo que necesitamos. Hoy decido honrarte en el manejo de mis finanzas, con mi excelente desempeño en el trabajo y con mi confianza puesta en ti, en que lo que vendrá será de bendición para mí y mi familia. En el nombre de Jesús, amén.