TEXTO BÍBLICO
Salmos 130 (NVI)
Cántico de los peregrinos.
“130 A ti, Señor, elevo mi clamor
desde las profundidades del abismo.
2 Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.
3 Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados,
¿quién, Señor, sería declarado inocente?[a]
4 Pero en ti se halla perdón,
y por eso debes ser temido.
5 Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza.
6 Espero al Señor con toda el alma,
más que los centinelas la mañana.
Como esperan los centinelas la mañana,
7 así tú, Israel, espera al Señor.
Porque en él hay amor inagotable;
en él hay plena redención.
8 Él mismo redimirá a Israel
de todos sus pecados.”
REFLEXIÓN
Esperar sí paga
No hay que esperar un milagro para empezar a confiar en Dios. Nuestro Señor, es perdonador y nunca falla, en Él tenemos esperanza y cuando decidimos permanecer firmes en medio de la tormenta, el responde con fidelidad, restituyendo todo lo que en tiempos de prueba nos ha sido arrebatado.
Es nuestra conducta, la que nos acerca o aleja de su voluntad, no es Él quien voluntariamente desvía su mirada olvidándose de nosotros; somos nosotros quien deliberadamente, nos entregamos al pecado, la desobediencia, a la ignorancia y la apatía espiritual. No es fácil caminar e la mano de Dios y más aún cuando pareciera que Él no responde nuestras oraciones, pero debemos entender que no es a nuestra manera y en nuestras fuerzas que lograremos solucionar las dificultades, sino en sus tiempos y surtiendo el debido proceso, para que al final, la recompensa sea perdurable y eficaz.
En la oscuridad clamamos y Él no nos deja solos; el balance cuando pase la tormenta; una mayor fortaleza, una fe inquebrantable, redención definitiva, un conocimiento sólido de su palabra, promesas cumplidas, satisfacción duradera y una relación personal mucho más cercana. No dejes de luchar, avanza, persiste, toma decisiones sabias y déjate guiar; nadar en contra de la corriente, retrasa tu bendición.
Alabanza sugerida
Canción: El reflejo – Sara Borraez
Ver video aquí: http://bit.ly/2BPgTp2
OREMOS
Señor, siento desfallecer, las fuerzas me abandonan y creo que no puedo más. Rescátame de la desesperanza y el temor, renueva mi fe y dame la fuerza que necesito para perseverar cuando en medio de la oscuridad no alcanzo a ver las bendiciones que tengo adelante. Creo en ti, en tu palabra, pero mi mayor anhelo en estos momentos es hacerlo sin tener que ver milagros, sino esperando confiadamente tu intervención. Te entrego mis cargas, mis preocupaciones y decido permanecer en ti, teniendo la seguridad de que estás a mi lado y de que pase lo que pase, al final recibiré la tan esperada recompensa. En el nombre de Jesús, declaro victoria, amén y amén.
