“El SEÑOR le dijo a Moisés 9 que les ordenara a Aarón y a sus hijos: «Ésta es la ley respecto al holocausto: El holocausto se dejará arder sobre el altar toda la noche hasta el amanecer, y el fuego del altar se mantendrá encendido. 10 El sacerdote, vestido con su túnica de lino y su ropa interior de lino, removerá las cenizas del holocausto consumido por el fuego sobre el altar, y las echará a un lado del altar. 11 Luego se cambiará de ropa y sacará del campamento las cenizas, llevándolas a un lugar ritualmente puro. 12 Mientras tanto, el fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña sobre el altar, y encima de éste colocará el holocausto para quemar en él la grasa del sacrificio de comunión. 13 El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido.” Para algunos es la iglesia, su trabajo, su hobbie, su familia, sus hijos, en fin…pero cuando hacemos partícipe al Señor de cada actividad realizada en pro de lograr nuestros objetivos personales, todo cobra sentido y tenemos asegurada la victoria que Él ofrece como garantía de su fidelidad a quienes lo amamos y deseamos que Él sea protagonista día y noche de cada proyecto emprendido. Es su santo espíritu que arde como fuego consumidor desde nuestro interior, que nos motiva a dar fruto perdurable en el mundo, que nos impulsa a crecer espiritualmente y en el conocimiento de su palabra, para que al aplicarla en el marco de lo que nos apasiona, permanezcamos en alabanza, adoración, devoción, dedicación y entrega total a Dios. Si hoy sientes, que tu llama ha sido apagada por las tormentas en tu vida, entrega esas cargas al Señor, para que en su infinita misericordia, infunda nuevas fuerzas y te renueve a tal punto que vuelvas a levantarte para brillar con más intensidad de la hayas podido brillar en tu pasado. Ya lo probaste todo, pruébalo a Él, porque está dispuesto a no fallarte jamás. Padre, soy tu hijo(a), tu amigo(a), tu siervo(a), anhelo que mi vida sea una canción de alabanza para tus oídos, que mi testimonio sea una real confirmación de tu poder y que la llama que arde en mí jamás se apague. Gracias Señor por darle un nuevo sentido a mi vida, por hacer de mí un(a) guerrero(a) de tu ejército, que libra batallas cada día con la victoria asegurada, porque en ti soy más que vencedor(a). En Cristo Jesús, amén y amén.Texto Bíblico
El holocausto
Reflexión
Fuego consumidor
Dios nos creó apasionados. Cuando algo nos gusta, lo disfrutamos al máximo, trae más satisfacciones que tristezas, las derrotas son oportunidades de mejora y dentro de nosotros, habita aquello que nos hace avanzar sin importar los obstáculos que se nos presenten para llevar a cabo eso que tanto nos llena y nos hace sentir realizados.
Oremos