TEXTO BÍBLICO
“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada”.
(Santiago1:1-3 NVI)
REFLEXIÓN
Me encontraba en la ciudad de Cali Colombia, cuando por primera vez fui confrontada con la palabra “pruebas” en medio de devocional liderado por mi jefe de aquel entonces. Respiraba caos, empezaba a descubrir la Biblia y a conocer acerca de la voluntad de un Dios que hasta ese momento era desconocido para mí. Era una verdadera novedad participar de una reunión a la hora del almuerzo para orar, estudiar la palabra y reflexionar sobre el mensaje expuesto en dicho encuentro. Estaba además de impresionada, ávida de conocimiento.
Para ese instante de mi vida había sido abandonada, rechazada y humillada. Había intentado infructuosamente en suicidarme. Culpé a Dios de mi fracaso personal. Me sentía sola y sin esperanza alguna. Cada mañana pedía paciencia para soportar; sin embargo, las innumerables pruebas ahogaban cualquier intención de sostenerme en pie.
Aquel orador dijo: “Si pides paciencia, enfrentarás cada vez más pruebas. Es la única manera que Dios tiene para enseñarte a perseverar, confiar, creer y a dominar tus emociones en medio de tus problemas”… quedé absorta…
¿Quién podría considerar estar alegre cuando enfrenta conflictos que le roban su paz? Optamos por quejarnos, huir, aislarnos, amargarnos y apartarnos del Señor, en lugar de agradecer, aprender y ver las dificultades como oportunidades de crecimiento personal, profesional o espiritual. Nos falta gallardía para aceptar que aún en la tormenta la soberanía de Dios prevalece y que nuestra fe es la condición para alcanzar la recompensa que nos ha sido prometida.
Tú decides si es con actitud de triunfo o derrota que libras la batalla. A la manera de Dios, tu eliges el grito de guerra con el que afirmarás su grandeza en tu vida o si por el contrario, en medio de lamentos, te aferras a una existencia sin fruto y te lanzas al abismo del olvido que lleva a un pozo profundo de decepciones y tristezas.
Alabanza sugerida:
Canción: No hay lugar más alto – Miel San Marcos feat Christine D’Clario
Ver video aquí: https://www.youtube.com/watch?v=wb99ILqk2dc
OREMOS
Estas palabras me quebrantan. Me recuerdan mi rescate. Gracias Padre por mostrarme misericordia a pesar de mi necedad y por brindarme consejo para alcanzar la mejor versión de mí en medio de cada prueba que he tenido que enfrentar. Hoy puedo afirmar que soy una persona distinta. Me siento orgulloso(a) de ser tu hijo(a) y muy feliz de tenerte a mi lado en cada momento y lugar. Aunque no te vea y no te sienta, sé que tienes un plan de éxito para mi vida y que tus propósitos son más altos que los míos. Al final la recompensa llegará y estoy seguro(a) que será más grande de lo que espero o quiero. Te amo con todas las fuerzas de mi alma, amén y amén.