Ya sé que estarán pensando que me volví loco pero este tema se está volviendo tan habitual que hay que hablar de él. Me gusta sentir que desnudo los planes del diablo sobre nuestras vidas y con toda seguridad el estrés lo es. Hoy te contaré algo que estaba ocurriendo en mi hogar y que junto a mi esposa tuvimos que darnos cuenta para corregirlo. Es increíble lo que la consciencia sobre algún tema puede hacer por ti. Creo que Dios creó la consciencia con un gran plan para todos. Si la usáramos más seguido, prácticamente estaríamos del otro lado en muchas luchas, desiertos o momentos difíciles.
El estrés en nuestro caso estaba llegando por lado y lado, es decir, mi esposa con su propio temperamento y yo con el mío. Mi esposa es una mujer completamente responsable, diría yo que extremadamente. A ella le costaba mucho soltar algo que sentía que era su responsabilidad y hasta que no sentía que los demás aprobaban su labor no se lograba sentir tranquila. En su trabajo se comportaba de la misma manera, tomándose demasiado en serio todas sus labores, al punto de sobre estresarse por temas de los cuales su círculo de influencia ni siquiera cubría. Por otra parte, a pesar que mi temperamento es más tranquilo, me comencé a sentir muy responsable de lo que ocurría en casa de mis padres, con la misma fuerza y características de la responsabilidad de mi esposa. El punto es que yo mismo lo había creado, no era algo de lo que fueran culpables mis padres o hermanos. Si había culpable era yo. En el caso de mi esposa era igual y a pesar que en algún momento la critiqué por eso, me di cuenta que yo estaba haciendo lo mismo solo que en un círculo diferente. Ella en su trabajo, yo en mi familia. Ambos estábamos fallando, estresándonos debido a las responsabilidades que sentíamos que estaban sobre nuestras espaldas y nadie podía quitar. Ese estrés varias veces nos generó recaídas en salud, intranquilidad y tristeza. Esa definitivamente no es la vida que Dios quiere para nosotros porque a pesar de sentir que en muchas cosas somos buenos, si no aprendemos a disfrutar la vida nada estamos haciendo, no estaríamos viviendo conforme a su voluntad.
Por lo anterior te daré los pasos detallados que seguimos junto a mi esposa para que el estrés “nos matara”, hasta el momento en que nos dimos cuenta de nuestra falta de límites:
- Tomate la vida muy en serio. Cuando actúas así no te permites fallar y si lo haces te juzgas demasiado fuerte. Es paradójico pero la mayoría de veces los que nos juzgamos somos nosotros mismos y Dios lucha contra nosotros mismo para que nos demos otra oportunidad. Creemos que Dios es quien nos debe dar la oportunidad, pero hace mucho lo hizo, somos nosotros mismos quienes no nos perdonamos.
- Tómalo como personal. Esta actitud te llevará a estar a la defensiva en todo tiempo, creyendo que la gente te persigue para hacerte caer o que están detrás de tu puesto o temas similares. Debemos entender que todos somos humanos y todos nos equivocamos. No tomes personal nada, es como llevar la basura de otra persona en la espalda. Nada de eso te pertenece, déjale la basura a ellos.
- Ponte cargas y responsabilidades que no son tuyas. Todos tenemos un circulo de influencia, es decir, el limite hasta el cual podemos hacer algo pues es nuestra directa responsabilidad. Lo que esté afuera de eso no debiera afectarte. Por ejemplo, el tráfico depende de otros muchos. Si te estresa nada haces pues no tienes control sobre cómo conducen los demás o el diseño de las vías de tu ciudad. Esa no es tu responsabilidad. Así mismo lo hacemos con otras situaciones, como yo haciéndome cargo del hogar de mis papás cuando no está dentro de mi circulo. Debes permitirle a cada quien que lleve su propia responsabilidad, no cargues la de nadie.
- Échale la culpa a las circunstancias o a los demás por el estrés que tienes. Esta actitud la veíamos en el blog de Victima o Responsable y aquí tiene parte. Debemos darnos cuenta que los responsables de darle rienda suelta al estrés, por el motivo que se haya dado, somos nosotros mismos, nadie más.
- No confíes en Dios. Esto es lo más grave. Cuando sentimos que perdemos el control o que una responsabilidad se nos sale de las manos creemos que solos podemos y nos desesperamos, nos estresamos. El “yo con yo” no funciona si quieres vivir una vida armoniosa. Debemos entregarle a Dios nuestras cargas y Él nos hará descansar. Así funciona, confiamos en Él, hacemos lo que está dentro de nuestro circulo de influencia y descansamos.
Todo esto era lo que nos estaba ocurriendo en diferentes áreas. Ahora te pregunto: ¿Vas a seguir estos pasos para deteriorar tu vida más o decidirás hacer algo diferente? ¿Quieres vivir al máximo y sacarla del estadio o estancarte en medio de la duda y la preocupación? ¿Disfrutarás tu vida o la convertirás en un infierno? Con mi esposa le hemos dado la lucha a este tema y seguimos trabajando para mejorar y así mismo sé que tú puedes hacer una mejor vida, disfrutando cada detalle del día, siendo agradecidos por el trabajo y por los fines de semana, dando más de lo que queremos recibir, poniendo la mejor actitud. No te amargues, disfruta cada momento. Ríe y por favor: No te tomes tan en serio la vida.
¡Bendiciones emprendedor!
Escrito por David Andrés Rincón para www.conectadosconcristo.com