Hola, somos Gonzo y Geral, y queremos darles la bienvenida a este espacio, diseñado para ustedes.
El día de hoy queremos empezar con algo que tiene que ver con la segunda decisión más importante que podrías tomar en tu vida, ¡sí, el matrimonio!, Ya que sabemos que la primera que debemos tomar, es aceptar a Jesús como nuestro Señor y salvador.
Algo hemos aprendido y es que bajo el cielo, todo, absolutamente todo, tiene su tiempo:
“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar; y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.”
Eclesiastés 3: 1-8 (tomado de www.biblegateway.com).
Dios nos muestra en toda su palabra la importancia de los procesos, para llegar a un matrimonio, nosotros tuvimos y tenemos todavía que pasar por procesos de transformación, hay algunos que nos han dolido, otros que hemos disfrutado, y otros que con humildad hemos afrontado. Queremos que hagan parte de nuestros procesos, para nosotros es muy importante que haya más matrimonios de verdad que le sirvan a Dios y no matrimonios por costumbre que dañan la verdadera perspectiva de lo maravilloso que puede llegar a ser. Queremos que juntos recordemos la importancia de vivir todo al tiempo de Dios, y no estamos hablando de un tiempo lógico, o de una edad específica, o que tan maduro o inmaduro seas, estamos hablando del tiempo de Dios, un tiempo no lógico, para nosotros los seres humanos.
La amistad debe ser un proceso en el que disfrutemos plenamente de Dios; recordamos que una vez, hace más o menos, unos meses, una amiga de nosotros, nos dijo algo muy curioso y es “pides a Dios por un matrimonio, pero ¿cómo es tu relación con tu primer esposo, Jesús? Para saber lo que en verdad es un matrimonio debes someterte completamente a él, ahí empieza tu base marital” y tenemos que resaltar que nuestra amiga, no está casada, lo ha ido descubriendo con paciencia, con perseverancia, y con el tiempo. Luego viene la etapa de un cortejo, así le llamamos nosotros, esa etapa en donde Dios te muestra que sí, es él o ella, pero debes profundizar más, empiezan las salidas un poco más de los dos, las idas al cine, las flores y los detalles (ojo esto no implica amistad con derecho, o con besos ni mucho menos) y después viene la etapa del noviazgo, la etapa que más se goza, que lindo levantarte y sentir las maripositas por esa persona en el estómago, y verlo o verla cada vez y saber que Dios tiene un propósito con ustedes.
Luego es tiempo del compromiso, ahora si esto se puso más que serio, empiezan los preparativos del gran día, los ahorros casi extremos para poder comprar lo que se necesita. Y finalmente el dulce nombre del matrimonio. No hemos llegado ahí, pero para allá vamos. No queremos adelantarnos contándoles todo desde ya, pero si queremos que se lleven que siempre Dios tiene un tiempo para todo y para todos.
Más adelante queremos enfatizar en estos pasos, o procesos, y por eso los invitamos a que estén súper pendientes de lo que vamos a seguir publicando semanalmente.
Bendiciones.
Gonzo y Geral
Escrito para www.conectadosconcristo.com