TEXTO BÍBLICO
Salmos 138 (NVI)
Salmo de David.
“138 Señor, quiero alabarte de todo corazón,
y cantarte salmos delante de los dioses.
2 Quiero inclinarme hacia tu santo templo
y alabar tu nombre por tu gran amor y fidelidad.
Porque has exaltado tu nombre y tu palabra
por sobre todas las cosas.
3 Cuando te llamé, me respondiste;
me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.
4 Oh Señor, todos los reyes de la tierra
te alabarán al escuchar tus palabras.
5 Celebrarán con cánticos tus caminos,
porque tu gloria, Señor, es grande.
6 El Señor es excelso,
pero toma en cuenta a los humildes
y mira[a] de lejos a los orgullosos.
7 Aunque pase yo por grandes angustias,
tú me darás vida;
contra el furor de mis enemigos extenderás la mano:
¡tu mano derecha me pondrá a salvo!
8 El Señor cumplirá en mí su propósito.[b]
Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
¡no abandones la obra de tus manos!”
REFLEXIÓN
¿Cómo ser un hombre o una mujer conforme al corazón de Dios?
En Hechos 3:22, Dios dio testimonio, de por qué eligió a David para sustituir a Saúl y tomar su lugar como rey de Israel. Dios dijo: “He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero …” y en este Salmo se nos confirma cómo podemos llegar a ser como David y agradar al Señor de tal manera que Él no dude en bendecirnos en nuestras decisiones; pero antes que nada, quiero recordarte que David, también le falló a Dios de muchas maneras; por esta razón, debemos tener presente que nuestro Señor no busca en nosotros perfección, sino integridad, santidad, humildad y un corazón dispuesto a la obediencia.
¿Por qué David era un hombre conforme al corazón de Dios?
1. Escuchaba a Dios y hacía lo que Él quería. Procuraba cumplir su voluntad, inclusive en aquellos momentos en los que no entendía el por qué de las cosas, cuando a pesar de que era un hombre bueno, todo parecía conspirar en su contra; su rey lo odiaba (Saúl) y él sólo quería servirle, tuvo que huir dejando a su esposa y su mejor amigo atrás, tuvo que refugiarse en una cueva con personas que quizás tenían más problemas que él y aún así, su confianza en el Señor se mantuvo firme. Anhelaba construir el templo más majestuoso para Dios y el Señor le dijo ¡NO! y aceptó lo que Dios le dijo, dando gracias porque su hijo Salomón, tendría la misión de llevarlo a cabo.
2. Alababa a Dios en todo tiempo y lugar. Creía en el poder de la alabanza. Cantaba y bailaba para el Señor con alegría. La adoración de David era un derroche de regocijo para quien se lo daba todo, no importaba lo que pensaran los demás, era algo entre él y Dios.
3. Era un hombre agradecido, respetuoso, fiel a sus creencias, sincero. Era honesto al orar y cuando debía reconocer sus errores y pedir perdón, lo hacía de corazón y al pedir su dirección y obtener respuesta, no colocaba excusas, simplemente seguía sus instrucciones.
4. Encontraba consuelo en su tiempo de intimidad con el Señor. Cuando se sentía desanimado, triste y en dificultad, acudía al único que podía resolver de manera asertiva sus dudas y disipar su tristeza. Hallaba en el Padre celestial descanso y renovaba sus fuerzas entre sus brazos, cuando creía no podía más.
5. Reconocía el poder de Dios y le daba la gloria de sus victorias. No se atribuía las batallas ganadas, sabía que era Dios quien se las concedía y se aseguraba de que la gente lo supiera.
6. Tenía claro su propósito y sabía que en el proceso, era transformado por Dios. No era resistente a la obra que Él estaba realizando en su vida. Lo honraba con sus acciones y decisiones.
7. Amaba a Dios con todas sus fuerzas, por encima de todas las cosas. Tenía en orden sus prioridades y sus disciplinas espirituales (oración, ayuno y palabra y alabanza) eran importantes en su diario vivir.
David es un digno ejemplo de lo que tenemos que hacer para llegar a ser personas con un corazón conforme al corazón de Dios. Es tiempo de reflexionar al respecto y tomar decisiones radicales que nos ayuden a fortalecer nuestra relación con Él y a crecer espiritualmente. Seguirle, obedecerle, agradecer su bondad y amor, alabar y adorar su santo nombre cada día, es una decisión personal y depende de ti el avanzar en esta vida con actitud de victoria o de derrota.
Alabanza sugerida
Canción: Eres Todopoderoso – Danilo Montero
Ver video Aquí: http://bit.ly/2bRpigX
OREMOS
Dios mío, te amo, yo se que lo sabes. Cometo errores a diario y se que te ofendo de muchas maneras, por eso te pido perdón. Transfórmame para llegar a ser como David. Quiero tener un corazón alineado a tu voluntad, con convicciones firmes, íntegro, honesto delante de ti, sin tacha y fiel a sus principios. Fortalece mis disciplinas espirituales, para que en el proceso pueda escuchar únicamente tu voz. Protégeme de mis enemigos y confírmame tus planes y propósitos para mi vida. Termina la obra que ya has comenzado en mí. Te alabo y te bendigo, en el nombre de Jesús y bajo la unción de tu Santo Espíritu; amén y amén.