Irreverentes

Irreverentes

Existen personas que al estar lejos de Dios, actúan fríamente frente a los demás. Su actitud es grosera e irreverente, no se miden a la hora de hacer daño y su corazón está dispuesto a dejarse llevar por la maldad que habita en ellos. Disfrutan su posición de poder cuando se disponen a hacer sentir su frustración con la vida, no sienten el más mínimo respeto por aquellos que consideran están por debajo de ellos; no son dignos de confianza, son egoístas e intransigentes y aun así, tienen éxito y son felices.

Este tipo de personas, están condenadas a un futuro sin el respaldo del Señor; aunque pareciera que su felicidad es permanente, no lo es. Podemos encontrarlas dentro y fuera de la iglesia o escuchar que creen en Dios, pero su inclinación a hacer lo malo las lleva a sumirse en una oscuridad sin salida cada vez más densa.

No somos quien para juzgar sus acciones y no debemos responder a sus ataques sin sentido, de la misma manera. Debemos ser fuertes y resistir como nos lo ha enseñado el Señor, confiando en su protección, su poderío y majestad.

Es acertado hablar con autoridad sin maltratar, orar por ellos y evitar la confrontación. Si permitimos que nuestras emociones de rabia y de venganza nos dominen, le damos cabida al diablo, dándole a él una gloria inmerecida sin ninguna clase de esfuerzo.

Decide honrar a Dios y Él te respaldará. El Señor en nuestra mejor defensa y jamás permitirá que nos hagan daño. No es en nuestras fuerzas que lograremos vencer la adversidad. Se requiere de valentía para hacer lo correcto aunque nos veamos perjudicados en el proceso.

Tener fe, creer y confiar; rechazar cargar con deudas ajenas, resistir y perseverar en pagar bien por mal, es la clave para mantener nuestra comunión con las cosas del cielo antes que con las del mundo.

Alabanza sugerida

Canción: En el nombre de Jesús – Ingrid Rosario

Ver video aquí: https://bit.ly/2C3miJh

Señor, bendice a mis enemigos y rescátalos de la oscuridad. Gracias por protegerme y darme la fuerza para hacer lo correcto y honrarte aunque me duela su actitud y su manera de tratarme. Sé que estás a mi lado y que conoces mi corazón. Guárdame de una vida apartado(a) de ti. En el nombre de Jesús, me declaro valiente al resistir sus ataques y responder en amor; amén.