TEXTO BÍBLICO

Isaías 4 (NVI)

“4 En aquel día, siete mujeres agarrarán
a un solo hombre y le dirán:
«De alimentarnos y de vestirnos
nosotras nos ocuparemos;
tan solo déjanos llevar tu nombre:
¡Líbranos de nuestra afrenta!»

2 En aquel día, el retoño del Señor será bello y glorioso, y el fruto de la tierra será el orgullo y el honor de los sobrevivientes de Israel. 3 Entonces tanto el que quede en Sión como el que sobreviva en Jerusalén serán llamados santos, e inscritos para vida en Jerusalén. 4 Con espíritu de juicio y espíritu[a] abrasador, el Señor lavará la inmundicia de las hijas de Sión y limpiará la sangre que haya en Jerusalén. 5 Entonces el Señor creará una nube de humo durante el día y un resplandor de fuego llameante durante la noche, sobre el monte Sión y sobre los que allí se reúnan. Por sobre toda la gloria habrá un toldo 6 que servirá de cobertizo, para dar sombra contra el calor del día, y de refugio y protección contra la lluvia y la tormenta.”

REFLEXIÓN

La bendición de conformar un hogar

Ser madre y esposa, es una bendición de Dios y un privilegio. En tiempos del profeta, las guerras reducían la cantidad de población masculina y hacían que el número de viudas o de mujeres sin hijos aumentara considerablemente; haciendo de ellas, mujeres sin honra y sin esperanza.

En aquella cultura una mujer sola, era despreciada. Hoy en día, contraer matrimonio y formar un hogar conforme al corazón de Dios, es mucho más difícil. Se considera el compromiso matrimonial, como algo pasado de moda. La ausencia de cabezas, proveedores y sacerdotes en los hogares es cada vez más frecuente y las mujeres están siendo obligadas a asumir el liderazgo familiar y trabajar hasta el cansancio para sacar a sus hijos adelante; asumiendo un rol que no les corresponde, a causa del abandono por parte de esposos inconformes con la vida que Dios les ha dado y seducidos por un mundo en donde el adulterio y el divorcio es aparentemente la salida más segura para hallar paz.

El plan original de Dios, es mantener las familias unidas en su amor. Somos mujeres revestidas de dignidad divina, columnas de su esposo y bastón fuerte para sus hijos. Es hora de asumir con valentía el deber espiritual que tenemos de mantener firme la conexión con el Padre a través de la oración, de las palabras de afirmación y los actos de bondad hacia su familia. Es momento de lograr que como padres y esposos, los hombres asuman con valentía la protección y el bienestar de los de su casa, revistiéndolos con santidad, integridad y fe; teniendo siempre presente que delante del Señor son responsables de lo que pase o deje de pasar con ellos.

Alabanza sugerida

Canción: Un toque – Soulfire Revolution

Ver video aquí: https://bit.ly/2vaUlwR

OREMOS

Señor, te pido que en mi hogar fluya el fruto de tu espíritu y que tu presencia sea evidente, cada día de nuestra vida. Honro hoy a mi esposo(a) y a mis hijos y tomo la decisión en el nombre de Jesús de luchar por su bienestar. Protege a mi familia, ayúdanos a entender el rol que nos has asignado dentro de ella. Aparta la contienda, la división y las faltas de respeto y fortalécenos en tu amor. Somos más que vencedores en Cristo y de tu mano, lograremos la victoria en unidad; amén y amén.