TEXTO BÍBLICO
Isaías 43: 1-7 (NVI)
El único Salvador de Israel
“43 Pero ahora, así dice el Señor,
el que te creó, Jacob,
el que te formó, Israel:
«No temas, que yo te he redimido;
te he llamado por tu nombre; tú eres mío.
2 Cuando cruces las aguas,
yo estaré contigo;
cuando cruces los ríos,
no te cubrirán sus aguas;
cuando camines por el fuego,
no te quemarás ni te abrasarán las llamas.
3 Yo soy el Señor, tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador;
yo he entregado a Egipto como precio por tu rescate,
a Cus y a Seba en tu lugar.
4 A cambio de ti entregaré hombres;
¡a cambio de tu vida entregaré pueblos!
Porque te amo y eres ante mis ojos
precioso y digno de honra.
5 No temas, porque yo estoy contigo;
desde el oriente traeré a tu descendencia,
desde el occidente te reuniré.
6 Al norte le diré: “¡Entrégalos!”
y al sur: “¡No los retengas!
Trae a mis hijos desde lejos
y a mis hijas desde los confines de la tierra.
7 Trae a todo el que sea llamado por mi nombre,
al que yo he creado para mi gloria,
al que yo hice y formé”».”
REFLEXIÓN
Las expectativas de un Padre de amor
La Palabra de Dios es la verdad, en ella encontramos la esencia salvadora de un Padre que no escatimó detalle alguno al crearnos. Me gusta imaginar al Señor en su taller, diseñando y planeando cada una de las características de nuestra personalidad y temperamento, y al hacerlo, lo veo feliz, emocionado y con expectativas muy altas de lo que seremos y haremos. Nos formó a su imagen y semejanza, pensó lo mejor mientras trabajaba, comprometido con nuestra seguridad e identidad.
Fuimos hechos con un propósito de vida, no estamos en ésta tierra por casualidad, tenemos un llamado y una misión que cumplir y debemos preguntarle a Dios cuál es, para no perder más tiempo en el cumplimiento del mismo.
No debemos dudar de su presencia en nuestra existencia. Le pertenecemos a Él y solo a Él; si permanecemos bajo su cuidado, somos obedientes a sus mandatos y no apartamos nuestra mirada de las cosas del cielo, su respaldo será inmediato cuando nos sintamos ahogados por los problemas y cuando tengamos que atravesar ardientes desiertos de dolor y decepción. Nada podrá derribarnos, porque sabemos que quien está a nuestro lado, es mucho más grande y fuerte que un millón de gigantes juntos; no existe ni existirá quién pueda derrotarlo y su amor infinito por nosotros no merma sino que se fortalece con el pasar del tiempo.
Fuimos formados para su gloria y honra, Dios hace una obra en nosotros que perdurará hasta la eternidad. Creer que nuestra felicidad depende de Él, es una decisión personal. Somos nosotros quienes elegimos el tipo de vida que queremos experimentar, una en derrota o una en la que gocemos de la victoría sobre la oscuridad que nos ha sido concedida, desde antes de nacer.
Alabanza sugerida
Canción: Dios de Imposibles – Un Corazón
Ver video aquí: https://bit.ly/2Ck85da
OREMOS
Amado Dios, gracias por darme la vida y mostrarme que de tu mano, todo es más fácil. Señor, me rodean situaciones difíciles de enfrentar, pero con el conocimiento de tu poder, creo que tomas el control y ya me has concedido la victoria. Fortalece mi fe y dame sabiduría para tomar decisiones acertadas y para actuar conforme a tu voluntad. Toma el control, pon guarda en la boca de mis enemigos y no permitas que se levanten voces en mi contra que puedan impedir tu obra en mí en el lugar en donde hoy me colocas para ser de bendición. Tu estás conmigo y yo estoy contigo, eso me da paz y tranquilidad en medio de las tormentas. En el nombre de Jesús y bajo la unción de tu Santo Espíritu, amén.