“»Ésta es la ley respecto al sacrificio por la culpa, el cual es sumamente sagrado: 2 La víctima deberá ser degollada en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto, y su sangre será derramada alrededor del altar. 3 Luego se ofrecerá toda su grasa: la cola, la grasa que recubre los intestinos, 4 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 5 El sacerdote quemará todo esto en el altar como ofrenda presentada por fuego al SEÑOR. Es un sacrificio por la culpa. 6 Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio, pero deberá comerlo en un lugar santo. Es algo sumamente sagrado. 7 »La misma ley se aplica tanto al sacrificio expiatorio como al sacrificio por la culpa: El animal pertenecerá al sacerdote que haga propiciación con él. 8 La piel de la víctima del holocausto también será para el sacerdote que la ofrezca. 9 Así mismo, toda ofrenda de cereal cocida al horno, a la olla o a la sartén, será del sacerdote que la ofrezca. 10 Toda ofrenda de cereal, ya sea seca o amasada con aceite, pertenecerá a todos los hijos de Aarón, por partes iguales. 11 »Ésta es la ley respecto al sacrificio de comunión que se ofrece al SEÑOR: 12 Si se ofrece en acción de gracias, entonces se ofrecerán también panes sin levadura amasados con aceite, obleas sin levadura untadas con aceite, o panes de flor de harina amasados con aceite. 13 Junto con el sacrificio de comunión en acción de gracias, se deberá presentar una ofrenda de pan con levadura. 14 De toda ofrenda deberá presentarse una parte como contribución al SEÑOR, y se destinará al sacerdote a quien le corresponda derramar la sangre del sacrificio de comunión. 15 La carne de este sacrificio deberá comerse el día en que se ofrezca, sin dejar nada para el día siguiente. 16 »Si el sacrificio tiene que ver con un voto, o si se trata de una ofrenda voluntaria, no sólo se comerá en el día que se ofrezca el sacrificio, sino que podrá comerse el resto al día siguiente. 17 Pero toda la carne que quede hasta el tercer día se quemará en el fuego. 18 »Si alguna carne del sacrificio de comunión llega a comerse al tercer día, tal sacrificio no será válido ni se tomará en cuenta, porque la carne ya está descompuesta. El que la coma sufrirá las consecuencias de su pecado. 19 »No deberá comerse la carne que haya tocado alguna cosa ritualmente impura, sino que se quemará en el fuego. En cuanto a otra carne, toda persona pura podrá comerla. 20 »Si una persona impura come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminada de su pueblo. 21 »Si alguien toca cualquier clase de impureza humana, o de animal o de algo detestable, y luego come la carne ofrecida al SEÑOR en el sacrificio de comunión, será eliminado de su pueblo.» 22 El SEÑOR le ordenó a Moisés 23 que les dijera a los israelitas: «Ustedes no comerán grasa de ganado vacuno, ovino o cabrío. 24 La grasa de un animal muerto o destrozado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla. 25 Todo el que coma grasa de animales presentados como ofrenda por fuego al SEÑOR, será eliminado de su pueblo. 26 Vivan donde vivan, ustedes no comerán grasa ni sangre alguna, sea de ave o de otro animal. 27 Todo el que coma cualquier clase de sangre, será eliminado de su pueblo.» 28 El SEÑOR le ordenó a Moisés 29 que les dijera a los israelitas: «El que ofrezca al SEÑOR un sacrificio de comunión deberá presentar al SEÑOR parte de ese sacrificio, 30 y presentarle también una ofrenda por fuego. Llevará la grasa y el pecho, y mecerá ante el SEÑOR el pecho de la víctima como ofrenda mecida. 31 El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus hijos. 32 Al sacerdote se le dará, como contribución, el muslo derecho del sacrificio de comunión. 33 El muslo derecho será la porción del sacerdote a quien le toque ofrecer la sangre y la grasa del sacrificio. 34 Porque de los sacrificios de comunión que ofrecen los israelitas, yo he tomado el pecho mecido y el muslo para dárselos, como contribución, al sacerdote Aarón y a sus hijos. Éste será un estatuto perpetuo entre los israelitas.» 35 De las ofrendas presentadas por fuego al SEÑOR, ésa es la porción consagrada para Aarón y sus hijos desde el día en que Moisés se los presentó al SEÑOR como sacerdotes. 36 El día en que fueron ungidos, el SEÑOR ordenó a los israelitas darles esa porción. Es un estatuto perpetuo para sus descendientes. 37 Ésta es la ley respecto a los holocaustos, las ofrendas de cereales, los sacrificios expiatorios, los sacrificios por la culpa, los sacrificios de ordenación y los sacrificios de comunión. 38 El SEÑOR se la dio a Moisés en el monte Sinaí el día en que mandó a los israelitas presentarle ofrendas en el desierto de Sinaí.” Nos dejamos contaminar por la corrupción de un mundo sumido en el pecado. Somos tentados por las banalidades que nos ofrece una sociedad alejada de Dios, tan es así, que cedemos a la ambición cuando decidimos actuar en el marco de la ilegalidad, sucumbimos ante los efectos nefastos que la inmoralidad puede causar en nuestras relaciones, cuando vemos pornografía, somos infieles a nuestro esposo(a), o sostenemos relaciones sexuales por fuera de la voluntad de Dios, cuando caemos en vicios tales como las drogas o el alcohol, cuando somos indiferentes al hambre o el dolor que siente nuestro hermano o al dejarnos llevar por la cobardía de abortar y asesinar a un ser que sin ser culpable, es condenado a muerte, ignorando que sin importar las circunstancias, un bebé es una hermosa bendición del cielo. Con el alma podrida, nos presentamos delante de Dios para pedir su gracia y nos preguntamos por qué nuestras oraciones no son respondidas y esperamos recibir bendiciones en todas las áreas de nuestra vida, sin considerar nuestra ofrenda manchada por el pecado o peor aún, reclamamos nuestros derechos, dejando de lado el cumplimiento de nuestros deberes cristianos, sociales, familiares y personales. Que bueno que hoy decidas hacer un alto en tu vida, auto-diagnosticarte y tomar las acciones preventivas, correctivas y de mejora, tendientes a agradar al Señor en TODO y dejar de caminar presos de la ceguera espiritual. Nuestro aporte es valioso para transformar la sociedad actual, en un mejor lugar para vivir. Es nuestra responsabilidad cortar con la iniquidad, para que las nuevas generaciones puedan gozarse de un mundo en donde brille la justicia, la verdad y la paz. Señor, fui creado(a) con un propósito, dedicarme a adorarte y servirte en santidad. Quiero poner delante de ti, la impureza que hay en mí, para ser limpiado(a) completamente con tu presencia en mi vida. Gracias Dios, porque en medio de mis debilidades tu moldeas mi carácter con cada prueba que atravieso y supero. Gracias Padre amado, por no dejarme solo(a) en la lucha contra un mundo que me ofrece lo temporal y sin valor, porque me das la victoria, al alcanzar tu gracia y misericordia haciendo que sea participe de un nueva nación en donde la justicia, la verdad y la paz, sean el pan de cada día. Te amo Señor. En el nombre de Jesús declaramos vida en los huesos secos, sanidad, restauración, restitución y amor en éste mundo, Amén.Texto Bíblico
Levítico 7 (NVI)
El sacrificio por la culpa
Derechos de los sacerdotes
Diversos sacrificios de comunión
Prohibiciones acerca de la grasa y de la sangre
La porción de los sacerdotes
Reflexión
El lastre de la impureza en nuestro corazón
Ofrecemos nuestra acción de gracias a Dios por los favores y bendiciones recibidas, sin embargo, hay momentos en los que esa ofrenda no es tenida en cuenta, por el estado en el que se encuentra nuestro corazón.
Oremos