Muchas veces Dios nos quiere llevar hacia algo nuevo, algo desconocido, algo que no cabe en nuestras mentes, pero nos llenamos de miedos, excusas y argumentos salidos de nuestras zonas de confort que nos impiden avanzar. La comodidad es algo que Dios quiere para nosotros, pero no para que nos quedemos en ella. Disfruta, pero no te duermas estancado en algo que puede ser bueno cuando Dios quiere entregarte algo mejor.

Hace un par de semanas me puse a pensar en cuantas veces voluntariamente he salido de mis zonas de confort y me asustó ver que no son muchas. Sin embargo, en todas las que he emprendido han ocurrido cosas increíbles. Hoy te quiero retar a salir de tu zona de confort. Tienes argumentos claros para no hacerlo, yo los he tenido por mucho tiempo, pero el pensar en lo bueno me ha alejado de lo mejor. Mis argumentos han sido: “Para qué me muevo o busco algo más si…”,” Aquí el ambiente laboral es excelente”, “La gente aquí es muy educada”, “El trabajo aquí es suave”, “Me ofrecen flexibilidad, aunque me paguen poco”, “es mejor bueno conocido que malo por conocer”, “es mejor pasar desapercibido para que no nos carguen con cosas”, “calladitos es mejor y tener paciencia ¡Dios hará!”, “por ahora oremos y resistamos”. Hoy no quiero decirte que comiences a tomar decisiones alocadas y sin la dirección de Dios. De lo que hablo es que son pensamientos que he tenido en mi mente frente a trabajo, iglesia, célula, familia y otras áreas. Quiero contarte que esas frases me alejaron de moverme de mi zona de confort y no me llevaron a vivir lo mejor.

Nuestro cerebro reptil tiene la tendencia a buscar la supervivencia. Es por esto que es natural que busquemos descansar y guardar energía para alimentarnos, protegernos y reproducirnos. Por esto, es que es más fácil ver televisión que leer un libro o un buen blog como este :D. La televisión no le exige al cuerpo gastar tanta energía procesando y pensando como si lo exige leer un libro. La tendencia es sobrevivir gastando el mínimo de energía en cualquier ser humano. Pero ¿será que es lo mejor o Dios quiere que nos arriesguemos a cosas nuevas para entregarnos promesas o nuevos sueños? Definitivamente pienso que Dios quiere darnos lo mejor cada día, aún si eso representa el hecho de salir de la comodidad y afrontar nuestros miedos.

Hoy quiero retarte a pensar a qué cosas le estás diciendo no, por esta conducta. La idea no es estar seguro que el paso que darás solo te traerá beneficios, la idea es aprovechar los beneficios y usar las dificultades para pulir una mejor persona dentro de ti y al final tener una mejor versión de ti mismo. Todos estamos diseñados para ser exitosos, la diferencia es que unos le creemos a Dios y otros no. ¿En qué grupo estás? ¡Y al “creer” al que me refiero no es de decirlo y ya, es el de decirlo y tomar decisiones que demuestren que así es! ¡Avanzar! ¡Arriesgar! ¡Emprender! ¡Dejar lo bueno y tomar lo mejor! ¡Abandonar tu confort y crecer en la incomodidad!

No esperemos siempre condiciones buenas, muchas veces las perlas están al fondo, en zonas peligrosas y bajo condiciones extremas. ¡Vamos por las perlas!

¡Bendiciones emprendedor!

Escrito por David Andrés Rincón para www.conectadosconcristo.com