Texto Bíblico

1 Samuel 2: 1 – 11 (NVI)

Oración de Ana

“2 Ana elevó esta oración: «Mi corazón se alegra en el SEÑOR; en él radica mi poder. Puedo celebrar su salvación y burlarme de mis enemigos. 2 »Nadie es santo como el SEÑOR; no hay roca como nuestro Dios. ¡No hay nadie como él! 3 »Dejen de hablar con tanto orgullo y altivez; ¡no profieran palabras soberbias! El SEÑOR es un Dios que todo lo sabe, y él es quien juzga las acciones. 4 »El arco de los poderosos se quiebra, pero los débiles recobran las fuerzas. 5 Los que antes tenían comida de sobra se venden por un pedazo de pan; los que antes sufrían hambre ahora viven saciados. La estéril ha dado a luz siete veces, pero la que tenía muchos hijos languidece. 6 »Del SEÑOR vienen la muerte y la vida; él nos hace bajar al sepulcro, pero también nos levanta. 7 El SEÑOR da la riqueza y la pobreza; humilla, pero también enaltece. 8 Levanta del polvo al desvalido y saca del basurero al pobre para sentarlos en medio de príncipes y darles un trono esplendoroso. »Del SEÑOR son los fundamentos de la tierra; ¡sobre ellos afianzó el mundo! 9 Él guiará los pasos de sus fieles, pero los malvados se perderán entre las sombras. ¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas! 10 »El SEÑOR destrozará a sus enemigos; desde el cielo lanzará truenos contra ellos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra, fortalecerá a su rey y enaltecerá el poder de su ungido.» 11 Elcaná volvió a su casa en Ramá, pero el niño se quedó para servir al SEÑOR, bajo el cuidado del sacerdote Elí”.

Reflexión

Más allá de lo evidente

Pueden decir contra nosotros lo que quieran; si sabemos quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos, en Dios somos más fuertes que un millón de enemigos juntos.

No hay Dios como el nuestro; es inigualable, nos protege, nos ama a pesar de nuestras fallas, nos conoce desde la cabeza hasta los pies. Cuando sentimos desfallecer y el temor nos paraliza, nos da nuevas fuerzas y nos recuerda que sin Él NADA somos y NADA podemos hacer.

Al soberbio, arrogante y orgulloso, lo pone en su lugar; al de corazón limpio y justo lo exalta con su gran amor. No sabemos las vueltas que puede dar la vida; Hoy tenemos en abundancia, somos exitosos, nuestro hogar es maravilloso, poseemos buena salud, nuestra alacena está llena, pero lo que sucederá mañana, sólo nuestro Padre celestial lo conoce porque ya lo ha escrito. Serán muchas las luchas que tendremos que librar, pero pase lo que pase, agradeciéndole a Dios por los buenos y malos momentos, SIEMPRE hallaremos la victoria.

Dios da, pero también quita. Es soberano, dueño de TODO lo que existe, de lo que podemos ver y lo que no. La obediencia le agrada; la rebeldía y altanería lo enfurece; pero sus ojos ven lo que alberga nuestra alma, porque en lo más profundo de nuestro ser, está Él, para brindarnos consuelo en momentos de angustia y redimirnos del pecado que nos esclaviza.

Él es luz y es oscuridad. No hay secretos entre el Señor y nosotros; Él lo ha visto TODO y por ser un Dios de orden, llegará el tiempo en el que habremos de ser confrontados en el juicio por nuestras acciones. Se doblarán nuestras rodillas para clamar perdón y hasta el corazón más duro y encallecido será quebrantado. Así es Él, un Dios transformador, restaurador, redentor y perdonador; digno de ser amado y alabado por toda la eternidad.

Alabanza sugerida

Canción: Mi Dios – Linda y Emanuel Espinoza

Ver video aquí: http://bit.ly/1iJJAln

 

Oremos

Me siento orgullosa de ser tu hijo(a) y quiero que te sientas feliz cuando me veas. No hay nada que se compare a ti mi Señor. Cambiaste y transformaste mi mundo en alegría y paz. Eres TODO lo que necesito, me has hecho libre; creo que si estás conmigo no hay NADA ni NADIE que pueda hacerme tropezar. Me das la fuerza para avanzar en el cumplimiento de mi propósito, gracias mi Dios por tu generosidad y gran amor. En el nombre de Jesús y bajo el poder de tu Santo Espíritu, amén.