¿Qué puedo decir? La verdad, no! No lo mereces.
Estamos tan acostumbrados a creer que no merecemos mal alguno, pero el bien que hay ese es el que creemos que merecemos, si tenemos algún mal sobre nosotros eso significa que algo malo hicimos y por eso recibimos ese mal, es lógico. Por ende como hacemos buenas obras creemos que somos dignos del carro último modelo, tener una casa propia es definitivamente parte de ese paquete y del viaje a un lugar exótico lleno de vistas hermosas es definitiva y exactamente lo que merecemos. Incluso, los cristianos llegamos a pensar que la salvación es el punto número uno en ese paquete, que dignamente merecemos obtener porque hemos luchado y trabajado para mantennos santos y poder mantenerla.
Que error más grande es pensar que la salvación la ganamos y sobre todo que la merecíamos y la razón de creer esto es porque hemos hecho cosas buenas. Pero allí está el error. Hemos caído en el egocentrismo. El pensar que la salvación la ganamos y sobretodo que la merecemos por nuestros méritos es un grave error. Y para esto damos la razón de que hemos hecho cosas buenas y por ende somos buenos y dignos de ese paquete.
Romanos 3:12 “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” RVR1960 nos habla que en el hombre no hay nada bueno. Y nosotros los seres humanos seguimos pensando que somos buenos. El bien lo medimos con el mal que hay en otros, de acuerdo a eso decimos sí hay o no maldad. Si algo he aprendido es que la iglesia está llena de gente tan mala, atrevida, con lengua venenosa, con intenciones abominables, con pensamientos dañinos y hasta maliciosos como lo está el mundo sin Cristo. La triste realidad es que ninguno podemos esconder nuestro pecado heredado, nuestra carne la cual busca constantemente hacer, honrar, adorar y amar todo lo malo.
Es necesario comprender como nos dice Santiago 1:17 RVR 1960 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” esto quiere decir que tenemos esperanza en Cristo porque todo lo bueno que podamos hacer tiene la marca de Dios por todas partes, pues sólo de Él viene el bien, no hay variación alguna.
Ahora piensa por un instante ¿Mereces lo que tienes? ¿Mereces lo malo que te ha sobrevenido? Vamos más profundo ¿Mereces la salvación? No lo mereces nada en absoluto mereces.
¿Qué podemos decir al respecto? No hay mejor palabra para esto que lo que Pablo nos escribió en Romanos 3:23-24 RVR 1960; “Por cuanto todos pecamos estamos destituidos de la gloria de Dios, pero grande y bueno es Dios que le ha placido justificarnos gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.”
Sobre toda imperfección Dios nos ha dado su amor y misericordia, demos gracias que estas llegaron a nuestra vida justo a tiempo. Y aprendamos a reconocer que somos solo un vaso con miles de “cracks” que no hay nada bueno en nosotros, ni nuestras palabras de aliento, ni nuestras obras, esto nos hace humildes ante quien conoce nuestros más íntimos pensamientos y aun así decidió amarnos y escogernos para mostrar Su gloria, Él es el único merecedor.
Escrito por Nina Gutiérrez para conectadosconcristo.com