TEXTO BÍBLICO

Salmos 133 (NVI)

Cántico de los peregrinos. De David.

“133 ¡Cuán bueno y cuán agradable es
que los hermanos convivan en armonía!
2 Es como el buen aceite que, desde la cabeza,
va descendiendo por la barba,
por la barba de Aarón,
hasta el borde de sus vestiduras.
3 Es como el rocío de Hermón
que va descendiendo sobre los montes de Sión.
Donde se da esta armonía,[a]
el Señor concede bendición y vida eterna.”

REFLEXIÓN

Me ofendieron, ¿Cómo respondo?

Nos han acostumbrado a responder airadamente a las afrentas de otras personas, que nos ofenden muchas veces de manera injusta. Son ligeras de labios, dicen mentiras, inventan chismes y lo que es peor, se atreven a lanzar afirmaciones llenas de odio públicamente, sin medir las consecuencias e hiriendo nuestro corazón. No siempre quienes nos persiguen son enemigos, sino es nuestra propia familia o personas cercanas quienes nos atacan, buscando desestabilizarnos y robarnos la paz, disfrutando descaradamente del daño que nos hacen.

La palabra de Dios nos enseña a resistir los ataques del enemigo, a bendecir y no a maldecir, a hacer oidos sordos a sus palabras, a no participar en conversaciones necias, a propender por la paz y la unidad y a vivir en armonia; tu no puedes gobernar en las actitudes o malas decisiones de otras personas, pero lo que si puedes hacer, es controlar tus respuestas automáticas, ser inteligente al librar la batalla y hacer todo lo contrario de lo que esa persona espera, respondiendo sabiamente y con dominio propio. No todo el que huye de una confrontación es cobarde, por el contrario, decidir agradar a Dios al no participar de una discusión que seguramente terminará mal, hará de ti, una persona victoriosa.

Quien te defiende, es el Señor. Él ve y escucha todo, conoce el corazón de quien te ataca y examína el tuyo también. De Él es la venganza y Él nos da el lugar que nos corresponde, de acuerdo a nuestras acciones. Es mejor presentarse delante de Dios a pedir justicia, que pedirle perdón por haber causado dolor a nuestros hermanos; es mejor recibir bendiciones de redención y restitución, que afrontar las consecuencias de desobedecerle por demostrar que somos ganadores porque gritamos más duro o golpeamos más fuerte. Te aseguro que es mayor la recompensa si decides exaltar a Dios y no al diablo a través de tus palabras cargadas de resentimiento.

Alabanza sugerida

Canción: El aire de tu casa – Jesús Adrián Romero

Ver video aquí: http://bit.ly/2CzRGCq

OREMOS

Señor, eres mi escudo protector, me proteges de las flechas lanzadas por mis enemigos buscando mi caída. Me defiendes de quienes me ofenden y me das el lugar que me corresponde. Pon guarda en mi boca y permíteme ser sabio(a) y asertivo(a) en mis respuestas, decido exaltarte a través de mis palabras y mis acciones y evitar la confrontación con el objetivo de reflejar tu presencia en mi vida y dar una lección a esa persona de unidad, paz, amor y armonía. Gracias padre mío por hacer de mí un(a) hombre (mujer) valiente y victorioso(a). En el nombre de Jesús, bendigo a mis enemigos y oro para que la maldad no gobierne sus corazones, amén.