Si bien creo que Dios no nos pide nada a cambio para ganar la salvación considero que es diferente cuando de vivir una vida plena, feliz y próspera se trata. Estoy cansado de escuchar oraciones en las que se le solicita a Dios x, y, z cosa y luego se finaliza esperando que mágicamente aparezca y así no es Dios. ¡Él creo todo lo que hay y así mismo, existen reglas en el juego de la vida que Él mismo no moverá sólo para malcriarnos, no! ¡Debemos dar a cambio algo, nada llegará GRATIS a ti, debes ganártelo!

Tengo hace un tiempo una inconformidad hacia la manera en que nosotros hemos tomado el evangelio. No sé de dónde aprendimos a pedirle y pedirle a Dios y ya. No digo que esté mal pedirle, debes hacerlo, pero enseguida debes decirle qué cosa darás a cambio, a qué estarás dispuesto a morir por eso que pides. Esa es una oración inteligente y que llamará más la atención de nuestro Dios. Imagina que tienes hijos y que uno de ellos quiere una bicicleta. No dudo que muchos padres se la regalen así nada más cuando la pida, pero otros, como yo, lo retaríamos a ahorrar por ella. Esperaría que mi hijo negocie conmigo por lo menos. Que me diga: “dame un poco más para las onces y me comprometo a ahorrar dinero para la bicicleta y así en un tiempo la tendré”. Al final, podría estar convenciéndome pues negoció y estuvo dispuesto a dar de su parte para conseguirla. Pienso que en la vida real Dios es así. Sí, habrá cosas en las que Él opere milagrosamente pero realmente no es la mayor parte del tiempo, Él busca que demos a cambio algo, no que solo le pidamos y esperemos que se materialice de la nada.

¿Qué has estado pidiéndole a Dios? ¿Qué darás a cambio para conseguirlo? Muchas personas tendrán que organizar sus finanzas antes de recibir la casa que le están pidiendo a Dios. Muchos otros tendrán que crear el hábito del ahorro para obtener el automóvil que desean. Otros tendrán que vender una propiedad para saldar la deuda que tienen. Otros tendrán que crear nuevos activos que produzcan un dinero adicional para realizar el viaje de sus sueños.

¿Quieres ganar más dinero en tu empleo? ¿Te estás capacitando o elevando tus conocimientos para eso? ¿Estás creciendo como persona, ejercitando tus habilidades?

¿Quieres un empleo? ¿Ya buscaste intencionalmente? ¿Has ido a alguna empresa presencialmente a conocer, a mostrar tus ganas y disponibilidad?

Dios quiere que pidamos más pero también que demos más a cambio. Nada llegará de la nada. Para alcanzar más debemos poner más de nuestra parte. Y al final del proceso Dios se asegurará que no solo conseguiste lo que le pedías, sino que creciste como persona y tus talentos se ejercitaron, y hasta se multiplicaron. A eso entonces mis queridos amigos es a lo que debemos apuntarle: Dar a cambio más para tener vidas plenas, felices y prósperas.

¡Bendiciones emprendedor!

Escrito por David Andrés Rincón para www.conectadosconcristo.com