Texto Bíblico

Éxodo 20: 13 NVI

“No mates”

Reflexión

No matar, sexto mandamiento

Matar se define como un acto premeditado y deliberado. En el sentido literal se refiere a terminar con la vida de alguien, pero va mucho más allá de esto.

Dios es quien decide cual es nuestro momento para abandonar ésta tierra, nadie tiene derecho, bajo ninguna circunstancia, de tomarse atribuciones que no le corresponden y arrebatar de una manera cruel, trágica y sin contemplaciones, el regalo que el Señor le ha hecho a sus hijos, de respirar, vivir y disfrutar de una vida digna delante de Él. Todo aquel que termine con la vida de otra persona, será despreciable en el cielo, es un pecador y sufrirá las consecuencias de sus actos.

Existen muchas formas de matar, te las enumero para que te hagas a una idea de lo que para Dios significa el sexto mandamiento: Matas los sueños de los demás, cuando lanzas maldiciones hacia ellos, cuando te expresas de manera negativa, ante sus esfuerzos por alcanzar sus metas, proyectos y objetivos, aunque bajo tu criterio consideres que es absurdo y no es posible.

Matas la imagen de tu hermano, cuando lo criticas abiertamente, cuando murmuras o hablas de él a sus espaldas, cuando te preocupas por lo que otros hacen o dejan de hacer, sin fijarte antes de hacer lo que te corresponde.

Matas poco a poco el corazón de quienes te aman, con tus faltas de respeto, gritos, insultos, humillaciones, desamor, enojo, ira, deseos de venganza, autoritarismo y las malas palabras utilizadas para ejercer fuerza, poder o presión para tu propio beneficio y satisfacción.

Matas tu propio cuerpo y el de los demás, cuando no cuidas el templo del Espíritu Santo, abusas o motivas el consumo del cigarrillo, el alcohol y las drogas, te excedes en los alimentos que sabes te hacen daño, te automedicas o atentas contra tu salud, para querer cautivar al mundo, antes de agradar a Dios.

Matas tu alma, cuando alimentas tu espíritu de la basura que el mundo te ofrece como la pornografía, la prostitución, el amor al dinero, cuando te dejas llevar por tus emociones, permitiendo que te gobiernen sentimientos como la depresión o la tristeza, cuando crees y haces tuyas las mentiras que satanás siembra en tu mente diciéndote que no eres capaz de lograr lo que te has propuesto, que eres despreciable ante los ojos de Dios, que no vales nada, que no eres atractivo(a), inteligente o eres incapaz de ser feliz.

Nada que añada tristeza a tu existencia, es una bendición de Dios. La gravedad de incumplir éste mandamiento radica, en que desprecias los regalos que por amor Dios te ha hecho. Eres una obra de arte maravillosa, tu vida y la de los demás valen oro para aquel que se tomó el tiempo de hacer de nosotros sus herederos, sus niños consentidos, lo mejor de la creación.

Oremos

Padre, te pido perdón por hacer despreciable lo que ante tus ojos es bendición. Te amo, amo mi vida y prometo hoy cuidar la vida de quienes me rodean. Rechazo cualquier sentimiento que me lleve a ser un asesino físico o espiritual de otras personas; declaro que soy fuente de bien y no de mal, mis pensamientos, palabras y acciones, son gobernadas por tu amor. En el nombre de Jesús, amén.

Devocional diario www.conectadosconcristo.com