«Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiende tu protección, y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad»
(Salmos 5:11-12 NVI)
Después de romper con los parámetros antiguos y entender que la diferencia entre un noviazgo cristiano y uno del mundo no es el sexo, podemos entrar con el segundo parámetro, que para nosotros es demasiado importante y que para el Pastor Silvano Espíndola, es precisamente la clave de la relación.
El segundo elemento es: “orar juntos”, este parámetro nos dice que si no hacemos de nuestro noviazgo una relación espiritual, nos vamos a cimentar únicamente en lo carnal.
Es verdad que podemos disfrutar de los sentimientos, pero hay que entender que lo más importante es orar juntos todos los días. ¿Por qué? Porque cuando tus prioridades son puestas en la cruz empiezas a obligarte a ti mismo a que Dios sea el centro de toda tu vida. Además, el beneficio que trae orar juntos ya sea en las mañanas o en las noches, como pareja les podemos decir que es increíble, porque Dios empieza a cimentar su amor, su palabra, y su carácter, en cada uno, y de una manera única empezamos a actuar dentro de lo que Dios pide y quiere de nosotros.
Orar juntos, hace que nuestro propósito se convierta en una aventura conjunta y complementaria, por esta razón, los invitamos a que como pareja se unan en oración y disfruten de las bendiciones que Dios tiene para ustedes. y que a través de esas rodillas dobladas, puedan esperar, escuchar y ser guiados, cada vez que lleguen a su presencia.
Escrito por Gonzo y Geral para www.conectadosconcristo.com