TEXTO BÍBLICO
Isaías 30 (NVI)
Ay de la nación obstinada
“30 El Señor ha dictado esta sentencia:
«Ay de los hijos rebeldes
que ejecutan planes que no son míos,
que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu,
que amontonan pecado sobre pecado,
2 que bajan a Egipto sin consultarme,
que se acogen a la protección de Faraón,
y se refugian bajo la sombra de Egipto.
3 ¡La protección de Faraón será su vergüenza!
¡El refugiarse bajo la sombra de Egipto, su humillación!
4 Aunque en Zoán tengan funcionarios,
y a Janés hayan llegado sus mensajeros,
5 todos quedarán avergonzados
por culpa de un pueblo que les resulta inútil,
que no les brinda ninguna ayuda ni provecho,
sino solo vergüenza y frustración».”
REFLEXIÓN
Obstinación
Nuestra obstinación para mantenernos firmes en nuestras convicciones y creencias, es una buena decisión, siempre y cuando sea lo correcto, no dañe a ninguna otra persona y sea en obediencia y para honrar a Dios. Nuestra terquedad puede ser un preámbulo a nuestra destrucción, más aun, cuando en nuestra rebeldía, tomamos decisiones cruciales y trascendentales sin tomar en cuenta al Señor.
Insistir en un estilo de vida en el que sobreabunda el pecado en todas sus formas, nos hace tropezar en el cumplimiento de nuestro propósito. Entregamos nuestras bendiciones en bandeja de plata, cuando buscamos respuestas en lugares y con las personas equivocadas; de una manera absurda, caminamos sobre una especie de cuerda floja, en el que nos arriesgamos a perder más allá de lo que simplemente vemos; es nuestra eternidad al lado del Padre, lo que está en juego y alcanzar esa meta, debe ser el foco principal de todos nuestros esfuerzos.
Cuando nos aferramos al mal, actuamos como una barrera que repele la protección que el Señor nos ofrece cada día; despreciamos lo que en su amor el anhela recibamos y optamos por salidas fáciles que hacen más largo y tortuoso el camino que hemos emprendido hacia Él. Siempre, siempre, siempre va a ser mejor, hacer las cosas para agradar a Dios, permanecer en sus caminos, practicar su palabra, hacer el bien y propender por la paz, sin importar las circunstancias.
Alabanza sugerida
Canción: Levanto mis manos – Samuel Hernández
Ver video Aquí: https://bit.ly/2KN17OU
OREMOS
Señor, renuncio a una vida separada de ti. Rechazo todo rastro de pecado que haya en mi vida y me decido por tus caminos y tu palabra. Encuentro dificultades y retos que me tientan a tomar decisiones sin tener en cuenta tu consejo; sin embargo, en tu sabiduría encuentro un triunfo duradero, en el nombre de Jesús, me aferro a tus promesas y a tu verdad, amén.