“19 »No tendrás relaciones sexuales con ninguna mujer durante su período de impureza menstrual. 20 »No tendrás trato sexual con la mujer de tu prójimo, para que no te hagas impuro por causa de ella. 21 »No profanarás el nombre de tu Dios, entregando a tus hijos para que sean quemados como sacrificio a Moloc. Yo soy el SEÑOR. 22 »No te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una abominación. 23 »No tendrás trato sexual con ningún animal. No te hagas impuro por causa de él. »Ninguna mujer tendrá trato sexual con ningún animal. Eso es una depravación. 24 »No se contaminen con estas prácticas, porque así se contaminaron las naciones que por amor a ustedes estoy por arrojar, 25 y aun la tierra misma se contaminó. Por eso la castigué por su perversidad, y ella vomitó a sus habitantes. 26 Ustedes obedezcan mis estatutos y preceptos. Ni los nativos ni los extranjeros que vivan entre ustedes deben practicar ninguna de estas abominaciones, 27 pues las practicaron los que vivían en esta tierra antes que ustedes, y la tierra se contaminó. 28 Si ustedes contaminan la tierra, ella los vomitará como vomitó a las naciones que la habitaron antes que ustedes. 29 »Cualquiera que practique alguna de estas abominaciones será eliminado de su pueblo. 30 Ustedes observen mis mandamientos y absténganse de seguir las abominables costumbres que se practicaban en la tierra antes de que ustedes llegaran. No se contaminen por causa de ellas. Yo soy el SEÑOR su Dios.» Moloc, era una deidad pagana a quien se le ofrecían sacrificios humanos. Desesperados los israelitas, se rebelaban contra la voluntad de Dios, alejándose de Él, para ir tras falsos dioses, siguiendo la injusticia y la iniquidad. Algunos eruditos afirman que ofrecían sus hijos a moloc, arrojándolos al fuego ardiente, mientras otros pensaban que los niños eran entregados para que crecieran en el templo y se prostituyeran; cualquiera de las dos acciones son reprochables y desatarían la ira de Dios, puesto que a lo largo de lo que hemos estudiado, cada miembro de la familia es importante para Él, que es un Dios celoso y que demanda la fidelidad de su pueblo. La inmoralidad, el adulterio, la homosexualidad, la zoofilia, son prácticas que contaminan el alma del ser humano, perversiones que son aborrecibles ante los ojos de Dios. El Señor ama el pecador, pero rechaza su pecado, es por esto que se nos advierte de su castigo en el caso de desobedecer sus estatutos, practicando cualquiera de éstas cosas. Volverse a Dios de todo corazón, es necesario; buscarlo, regresar a Él, dejar de hacer lo que de antemano ya sabemos le ofende. Un cambio radical en nuestro estilo de vida, es la clave de la salvación, así quizás el Señor, cambie de parecer, nos perdone y podamos vivir con entrega absoluta a su voluntad para el cumplimiento de sus propósitos. No es fácil, pero tampoco es imposible, a lo mejor te sientas avergonzado, pero Él es misericordioso y te ama, renunciar a lo que hemos mencionado en ésta reflexión, te hace merecedor de su piedad, solo hazlo, no lo dudes más. Amado Señor, ten piedad y misericordia de mí. Dame la fuerza para cumplir tu voluntad, obedecer tus normas y preceptos y llevar siempre presente la verdad de tu Palabra en cada una de mis decisiones de vida. Gracias por amarme, por darme “n” oportunidades para convertirme en el hombre o mujer que quieres que yo sea. Confieso ante ti, que (dile al Señor en que le has fallado) y por esto clamo tu perdón. Decido seguirte por siempre, para dejar un legado que te honre generación tras generación. En el nombre de Jesús, amén.Texto Bíblico
Levítico 18: 19 – 30 NVI
Otras relaciones ilícitas
Reflexión
Otras relaciones no permitidas
La ley de Dios no se puede acomodar a nuestra conveniencia, diciendo que el Nuevo Testamento, invalida en su totalidad la ley mosaica. Hay normas y preceptos que fueron erigidas para el pueblo y la sociedad de aquella época, pero hay otras que aplican en los tiempos modernos, porque aunque los años pasen, la palabra del Señor jamás pasará.
Oremos